El Comité Directivo Estatal del Partido Revolucionario Institucional en Puebla, se deslindó del ex gobernador de Puebla, Mario Marín… aunque no contempla expulsarlo de sus filas.
El llamado “góber precioso” es buscado por su presunta responsabilidad en la tortura contra la periodista Lydia Cacho.
En este sentido, el presidente del Comité Directivo Estatal priista en Puebla, Lorenzo Rivera Sosa, afirmó que Marín debe “responder de forma personal” a sus actos.
No saben si seguirá apareciendo en campañas
De acuerdo con Radio Fórmula, el líder tricolor dijo desconocer si el exgobernador asistirá o no en otros eventos del candidato del PRI a la gubernatura de Puebla, Alberto Jiménez Merino, ya que el pasado domingo 31 de marzo estuvo en el arranque de campaña.
“Esa es decisión de él, nosotros tenemos las puertas abiertas a los actores políticos, desde luego ellos saben si hay un proceso, si hay un momento difícil como lo está viviendo, seguramente no asistirá”.
¿Expulsión?… Por el momento no
En tanto, comentó que no contemplan una expulsión de Marín Torres del PRI, como consecuencia de la orden de aprehensión en su contra.
Sin embargo, subrayó que el Comité Directivo Estatal se deslinda de todos los actos de los actores del PRI, pues cada persona es responsable de sus acciones, “y nosotros lo que hoy queremos es seguir construyendo la unidad en Puebla”.
Dijo que los poblanos quieren que cambien las cosas y un nuevo comienzo ofrece Alberto Jiménez Merino… “Un nuevo comienzo con desarrollo integral, un nuevo comienzo para Puebla porque los poblanos estamos pidiendo armonía, unidad y tranquilidad”.
La orden de aprehensión
A mediados de abril, un juez federal giró orden de aprehensión contra el exgobernador de Puebla, Mario Marín Torres, y contra el empresario textilero, Kamel Nacif Borges, por su presunta responsabilidad en la tortura contra Lydia Cacho, quien fue detenida en 2005, tras la publicación del libro Los Demonios del Edén.
En el texto denunció que existía una red de pederastia encabezada por Jean Succar Kuri, en la que estaba involucrado Nacif Borge.
En ese año, se detuvo a Cacho en Cancún, Quintana Roo, y la trasladaron a Puebla, donde elementos de la policía estatal la torturaron.
Un año después se revelaron grabaciones de las llamadas telefónicas entre Nacif Borge y el exgobernador Marín Torres que dejaron ver la colusión para detener a Cacho y acusarla por difamación y calumnia.
Fotografía propiedad de: archivo/ Cuartoscuro