Por Carlos Chavarría
Desarrollar todo un sistema para sacarle dinero a la gente de Nuevo León no es ninguna tontería, es un muy grave hecho que cometió la administración de Jaime Rodríguez Calderón.
Muy aparte de perseguir los delitos que se hubieren cometido, es urgente eliminar las malas prácticas implicadas como el manejo exclusivo de efectivo en algunos trámites dentro del gobierno.
Si se confabularon grupos de funcionarios hasta para modificar leyes y reglamentos, así como implantar sofisticados sistemas de información para enriquecerse a costa de los organismos decentralizados del estado, no fue menos importante el desprecio que en el piso de atención al público mostraron los empleados de todos los niveles ante las quejas de la gente.
Para muestra basta un botón, Agua Y Drenaje, vamos viendo dos casos. En Agua y Drenaje salen con la pavada de que “como están cambiando el sistema” una gran cantidad de pagos hechos en corresponsalías de cobro de la empresa, como las tiendas de conveniencia, no se aplicaron justo antes de que entrase la nueva administración y entonces se deben pagar de nuevo, aunque ofrecen que podrían conseguir un descuento a las personas afectadas. Así, literal.
La misma excusa es aplicada cuando no llegan los recibos o su aplicación no funciona (que es casi siempre). Al acudir a pagar en ventanilla se debe hacer en efectivo pues es extemporáneo. ¿Porqué en efectivo?, simple, ese se puede meter en costales y… lo demás queda a su imaginación.
Deberían los nuevos funcionarios darse una vueltecita por los municipios antes rurales, hoy flamantes nuevos miembros de la conurbación para percatarse de la razón para tal medida, convertirlos en parte de la urbe: sacarle dinero a la gente.
A los pocos días de la publicación del decreto respectivo a la conurbación, y con gran eficiencia, se pusieron a cambiar medidores sin avisar para luego enviar los siguientes recibos con cantidades exageradas de cobro y, ante las quejas, recibir como respuesta que la empresa podría hacerles un descuento. Qué desfachatez.
La situación no para aquí. En la Red Estatal de Autopistas (REA) ya volvieron a las mañas del Bronco de anular selectivamente algunas transacciones con la tarjeta Pase Urbano para obligar al pago en efectivo que resulta ser 40% superior de la tarifa de prepago. De nuevo el tema de manejo de efectivo. ¿Será acaso para eludir le fideicomiso del Banco de México al que deberían ir los ingresos del Periférico de Cuota?
Es claro que la situación está muy apretada para todos y el gobierno no es la excepción, pero recurrir a viejas mañas para sacar más dinero de los hogares, habida cuenta que tal como se ha anunciado el estado ya tiene garantizado el efectivo para realizar su programa de obras.
Sería muy lamentable y decepcionante que una nueva administración en el estado que recién empieza y que pregona su compromiso de cambiar radicalmente propósitos y formas del pasado, resultara que no es sino otro más de los engaños por desgracia ya demasiado frecuentes y comunes desde nuestras autoridades.