Por Malthus Gamba
“Mi respuesta en NO. La violencia no se combate con más violencia. Ninguna causa justifica la agresión como respuesta a la violencia sufrida. Y a mí no me pueden decir que eso no se puede, o que es falso. Yo vengo de un movimiento opositor. He padecido agresiones y violencia de todo tipo, a lo largo de mi carrera y jamás he lastimado, o dado instrucción de lastimar a otros ser humano”.
La respuesta del presidente López Obrador al señalamiento que le hacía el día de hoy, durante la conferencia mañanera, la reportera Dalila Escobar, fue clara y contundente.
Dalila señaló al primer mandatario, que algunas feministas consideraban que la violencia ejercida por mujeres en las marchas feministas, no podía ser condenable, ya que era una respuesta a la violencia original que habían padecido a manos de personas del sexo opuesto.
Debemos tener presente que este tema cobra relevancia el día de hoy, por los sucesos recientes ocurridos en el Estado de Michoacán, donde presuntamente fueron asesinadas varias personas, sin que hasta la fecha se conozca si en verdad esto sucedió de la manera en que algunas imágenes y miles de comentarios lo presentan.
Está relacionado también con el caso ocurrido el pasado domingo en el estadio La Corregidora, en el estado de Querétaro, donde se habla también de varios muertos, aunque las autoridades municipales y estatales lo niegan hasta el momento.
El día de mañana habrá manifestaciones en varias ciudades del país, en conmemoración al Día Internacional de la Mujer. Pero el evento que causa temor en la sociedad, es el que año con año se verifica en la Ciudad de México. Ahí hacen presencia grupos de mujeres (y de hombres disfrazados de mujeres, como se ha comprobado gráficamente), que siembran destrucción a su paso. Agreden con distintas armas, a personas que tienen la poca fortuna de encontrarse a lo largo de su ruta.
De esa violencia hablaba Dalila Escobar esta mañana. De la justificación que se piensa, puede tener un tipo de vandalismo que no solo destruye propiedad pública y privada, sino que ha dejado lesionados dentro de las filas de la policía femenil, encargada de guardar el orden y entre los ciudadanos, que se ven involucrados en una manifestación que dejó de ser de protesta en ese momento, para convertirse en turba enfurecida que tiene como fin único, dañar a todos y a todo.
La violencia genera siempre más violencia y es la puerta al amarillismo y a la desinformación.
En el caso de las personas muertas en San José de Gracia, Michoacán, se generó de inmediato una serie de rumores, que fueron tomados como noticia y que corrieron rápidamente en redes sociales.
Se hablaba de 17 personas fusiladas, aunque en las imágenes y videos con que se cuenta, no aparezca el momento en que esto sucede. Solo hay un muerto confirmado y lo demás, se encuentra en etapa de investigación.
Respecto a lo sucedido en el estadio de futbol La Corregidora, pasa lo mismo. Se dice que hay 17 muertos y aunque los videos difundidos sí evidencian un tipo de violencia y saña extremas, no se han reportado muertos, ni por parte de la autoridad, ni tampoco por parte de los familiares de los posibles fallecidos o desaparecidos.
Esto no quiere decir que los decesos estén descartados. Puede ser que las investigaciones oficiales y aquellas que los mismos afectados, o los verdaderos periodistas dedicados a estos temas, arrojen un número mayor al reportado hasta el día de hoy.
Pero como señala el presidente, debe investigarse a fondo cada uno de estos hechos, para conocer la verdad, para brindar apoyo a las víctimas, y para castigar con severidad a todos los responsables de estos delitos.
Mientras tanto, en medios de comunicación y redes sociales, se tejen historias de tinte “amarillista” y político, que nada tienen que ver con la búsqueda de la verdad.
La gente actúa en base a la desinformación que corre de inmediato y condena o absuelve a quienes considera responsables o inocentes.
En el caso de la violencia en el estadio de futbol, primeramente se elogió la actitud del director técnico del equipo de casa, Hernán Cristante, al proteger a gente que estaba siendo agredida, en los vestidores del equipo que dirige.
Unas horas después y en base a un nuevo video, la condena a Cristante era enorme en redes, pues se le escucha diciendo que: ”hay que despejar la cancha y allá afuera los reventamos”. Una frase muy corta. Si Cristante se justifica ante los medios más adelante, habrá otro giro en la opinión pública.
Se habla de que el gobernador del estado, está alterando la información real, negando que haya muertos. Pero hasta el momento, no hay denuncia ante la justicia, de parte de los familiares de las presuntas víctimas.
Lo que aconsejó hoy el presidente López Obrador, es seguir las investigaciones de cerca. En este momento, es responsabilidad de los gobiernos municipal y estatal en Querétaro, el realizar un trabajo de calidad, para demostrar que verdaderamente, están siendo buscados los culpables de estos hechos y se les aplicará todo el rigor de la Ley.
Hay que dar tiempo.
El día de mañana se dará la marcha conmemorativa feminista. Durante los años anteriores, el “bloque negro”, ha desatado su furia contra mobiliario público, edificios privados y lo más lamentable, contra ciudadanos que no agreden. Gente que tiene la desgracia de encontrarse en medio de una manifestación legítima, desvirtuada por unas cuantas.
Mujeres policías desarmadas que intentan brindar garantías de seguridad, tanto a quienes se manifiestan, coma quienes trabajan o pasan por la ruta que recorren las manifestantes, han resultado lesionadas por la violencia injustificada de las que marchan.
La violencia no se combate con más violencia.
Después del terrible sexenio de Felipe Calderón, eso debería habernos quedado claro a todos.
Hoy hay total libertad de expresión y manifestación. El Estado no reprime. El gobierno no violenta a los ciudadanos. Es un cambio evidente para todos.
Esperamos la misma respuesta de los ciudadanos. Hombres y mujeres.
“Este es el país de la Fraternidad Universal”, dijo hace unos días el presidente. No puede haber más violencia, como respuesta a la violencia.
Ese juego es propio de fascistas y neoliberales que hoy van de salida. Dejemos solos a quienes utilizan la violencia para fines personales, o de grupo. NO a la delincuencia. NO a los provocadores. Y NO a los falsos manifestantes. Somos más quienes exigimos un México de paz.