Por Francisco Tijerina Elguezabal
“La mayoría de los hombres persiguen el placer con tal apresuramiento que, en su prisa, lo pasan de largo.” // Sören Aabye Kierkegaard
Los viejos tocadiscos estaban dotados de tres velocidades para hacer girar la tornamesa y así reproducir en su exacta velocidad los acetatos que colocábamos para escuchar, de 33, 45 y 78 revoluciones por minuto.
Fue este último, el de 78 RPM, el formato original en el que se produjeron los discos de pasta dura a finales del siglo XIX y estuvieron vigentes hasta finales de los 50’s del siglo pasado, aunque por circunstancias siguieron existiendo un par de décadas después.
En los 30’s se fijó como norma los acetatos de 33 y 45 revoluciones, pero una diversión de mi generación era reproducir aquellos discos en 78 revoluciones acelerando la voz y provocando el efecto conocido como “de las ardillitas”.
Sirva el ejemplo para mostrar la manera en que los políticos modernos viven la vida y proyectan sus carreras públicas, acelerando la marcha en una inexplicable prisa que en términos reales de poco o nada les sirve.
Samuel García lleva menos de un año en el gobierno y la semana anterior en una entrevista fue cuestionado sobre su futuro político; Luis Donaldo Colosio, alcalde de Monterrey, lleva el mismo tiempo en el cargo, pero ya a los dos los traen en chismes, versiones y futurismo pensando en lo que puede ocurrir con sus carreras en el 2024 en la carrera presidencial.
Samuel se contuvo, habló bien de su compañero de partido, quiso cubrirlo, pero es un hecho que ambos son mencionados en encuestas y forman parte de los “posibles” aspirantes a la candidatura para suceder a AMLO.
En esa loca carrera del futuro ayer el mismo Samuel sorprende a todos con algo que ya se venía mencionando desde hace tiempo, pero que no se hacía obvio hasta que el propio gobernador encendió la mecha: proyectar a su esposa, Mariana Rodríguez, como posible candidata a una cargo en los siguientes comicios.
La innecesaria exposición de Mariana a través de un mensaje de Instagram, en el que le etiquetó con el hashtag “senatora”, viene a enrarecer el ambiente en un momento plagado de temas para el gobernador nuevoleonés.
Ya la subió, no la podrá bajar haga lo que haga y lejos de impulsar la posible carrera política de su esposa, el gobernador le ha colocado un pesado lastre y se ha puesto en el ojo del huracán porque desde ya verán con lupa lo que diga y haga Mariana, además de observar con un lente macro lo que él publique, diga o haga.
No les entiendo su prisa, cuando aún falta tiempo y más que ello, cuando la estrategia indica que es mejor reservarse y esperar a que los vientos sean los indicados.
ftijerin@rtvnews.com