Por Obed Campos
Ahora sí que el gobernador de Nuevo León cumplió, sin querer queriendo, lo que dijo el otro: las crisis le caen como anillo al dedo.
Me explico: ahora con la desaparición de la joven Debanhi Susana Escobar Bazaldúa, toda una crisis verdadera de la inseguridad del estado, ya nadie se acuerda de las otras crisis, como la del agua, que tiene a muchas colonias no con cortes de 24 horas sino de días, o con el devastador incendio en la sierra que marcó un récord de destrucción, o tantos y tantos problemas, algunos incrementados por las verdes decisiones del joven Samuel.
Hay quien atribuya los palos de ciego en que se ha convertido la política de la comunicación social en el equipo fosfo-fosfo, es decir, en la administración estatal que encabeza Samuel “Mattel” García a la novatez del gobernador, pero expertos al interior de la administración estatal tienen más que bien identificado el problema, y no, no se trata (solamente) de Glen Villarreal Zambrano, quien funge en el papel como el encargado oficial de “prensa, relaciones públicas, redes sociales y todas las etcéteras”.
Las pifias de la administración samueliana en el tema tienen nombre y apelativo: el publicista Rafael Valenzuela, impuesto con un equipo de “notables” desde el estado de Jalisco, por el gobernador tapatío, Enrique Alfaro.
No se sabe quien es el “recomendado”, porque ese equipo de marras no le hace ningún favor gratuito a la administración: le cuesta al gobierno de Nuevo León alrededor de 2 millones de pesos al mes, que se le pagan a la agencia de Valenzuela.
Pero Valenzuela no puede evitar que el imberbe gobernador se comporte como chivo en cristalería y salga, como salió a declarar a El Financiero con que las “mujeres desaparecen en Nuevo León por problemas de salud mental”.
Y así, a medio año de esta administración estatal, se comienza a acusar al gobierno de Nuevo León de tomar decisiones incorrectas, como las que ya expuse, que están afectando la imagen de Samuel y toda su compañía en lugar de ayudarlo y además el equipo importado como “dream team” está creando problemas al interior del gabinete.
Recuerde usted, por favor, que ardió Troya cuando la inexperta jefa de prensa, Julieta López Bautista, quiso leer la cartilla a los directivos de varios periódicos de la localidad, mostrando así su ignorancia de los usos y costumbres a la sombra del Cerro de la Silla.
Por si fuera poco, la primera renuncia al gabinete fue el de la Secretaria de la Mujer, Alicia Leal, atribuido a conflictos con el equipo de comunicación, los cuales, como dije, están más preocupados por la imagen y la reputación del mandatario que por resolver problemas de fondo y tener empatía con las víctimas en el estado.
También todo mundo sabe que los capítulos de la novela en que se ha convertido el meter a prisión al exgobernador Jaime Rodríguez también fueron planeados por la agencia de publicidad sin revisar los sustentos jurídicos, lo que ha llenado de irregularidades el proceso, incluyendo las entrevistas del gobernador dando detalles… Y rompiendo el sigilo.
Mientras que los abogados saben que los expedientes están detenidos con alfileres y favores de la Fiscalía supuestamente autónoma y el Poder Judicial, también supuestamente autónomo, eso poco le importa a los tapatíos asesores de imagen que ven popularidad en el tema del Bronco.
Pero no hay que soslayar que a la lista de pifias se suma el famoso caso de la no primera dama Mariana Rodríguez y los niños de Capullos, que fue planeado desde “la creatividad” de los comunicadores jalisquillos para hacer la pre pre pre campaña de senadora de la esposa del gobernador.
Y los llamo “jalisquillos”, porque yo tengo familia en aquel gran y bello estado y créame, no son tan alzados como estos criticados personajes que por cierto no conocen Nuevo León, pues llegaron de Jalisco y son los mismos que manejan la imagen de Enrique Alfaro, y ya les dio por organizarle ruedas de prensa a la fiscalía a pesar de que se supone que esta es autónoma… Y cuenta con su propio cuerpo de profesionales de la comunicación.
Esta es la historia de cómo el publicista Rafael Valenzuela se ha convertido en el poder detrás del trono de Samuel “Mattel” García, y por qué su equipo ya tuvo fricciones con los medios de comunicación y sus resultados son criticados, pero Valenzuela, a la sazón director de Euzen se defiende diciendo que esa posición se la ganó a pulso porque fue el único que se la jugó con el ahora gobernador cuando estaba en cuarto lugar como candidato y que ahora va la de él.
Así que si a usted, como a mí, le parece hasta de mal gusto el disfrazar al jefe del Ejecutivo Estatal como Buzz Light Year y a su esposa de Cenicienta, con el tema “Nuevolandia”, o el querer culpar de la desgracias “a los papás por no saber dónde andan sus hijas”, y casarse dando exclusivas a El Norte ya sabe de cuántos mililitros es el sudor de la calentura.
Y así la crisis se ha convertido, sin resolverla, en oportunidad.
TERROR EN LA QUINTA
La desaparición de la joven Debanhi Susana Escobar Bazaldúa, quien acudió a una quinta en la Carretera Monterrey-Nuevo Laredo en el municipio de Escobedo, me dejó una escena amarga, a la hora de hacer la investigación.
Me dicen que no ocurrió en la misma zona, pero que hace meses un grupo armado tomó por asalto una quinta en la que varios jóvenes pasaban el fin de semana.
Los delincuentes violaron sistemáticamente a las mujeres y golpearon a los hombres, llevándose al final todo lo que encontraron de algún valor.
Pero la pesadilla no terminó ahí, porque abogados de los gavilleros se encargaron de visitar a las víctimas, un tiempo después cuando la banda fue detenida, para amenazarlas y que no hicieran efectivas las denuncias.
¿Impunidad? Mucha. ¿Injusticia? Toda.
