Por Francisco Villarreal
Después de muchos esfuerzos infructuosos, por fin pude dominar el misterio mejor guardado de la tahona: la humedad de la miga del pan. Los chinos, que antes de ser socialistas eran sabios, inventaron un truco que apliqué en un humilde Pan de Mujer (así se llama). El resultado fue excelente: dorado, suave corteza, ligero, alveolado… ¡Pero no sé a qué sabe! El médico se resiste a darme de alta, y ahora me prohibió ingerir pan. En lo político no me mortifica mucho, porque el PAN de Marko es intragable; pero con el pan que sí nutre, la veda es dolorosa y la vida es desabrida. Me resigno porque tengo mucho respeto a la ciencia médica, y me ha tocado un médico con ojos de escáner. Trabaja en el IMSS y luego sigue en consulta privada hasta la noche, de lunes a sábado. Cada que paso por su consultorio, no veo menos de 4 o 5 pacientes en espera. Recién no me aguanté la curiosidad y le pregunté si tan mal pagaba el IMSS. Me dijo que no era un sueldo excelente, pero que por fuera cobraba 50 pesos por consulta, que tampoco era mucho. Le dije que podría ganar más en una clínica privada, pero me contestó algo que me conmovió: “Sí, pero atendería a menos gente. Y ahora lo que faltan son médicos, porque enfermos hay muchos”. Hipócrates decía que un médico, habiendo completado su preparación, debía “marcharse a recorrer las ciudades sea considerado médico no sólo de nombre, sino también de hecho”.
Por supuesto, todo esto me remitió a la polémica de moda: los médicos cubanos. Como de costumbre ante cualquier iniciativa que se origine en el gobierno federal, la respuesta de sus opositores ha sido rabiosa. Se indignan de que 500 médicos cubanos vengan a México a desplazar a médicos mexicanos de miles de plazas que se requiere llenar. Los acusan además de ser predicadores del régimen cubano que vienen a convertirnos en una dictadura socialista (tal vez porque la profecía venezolana con la que nos amenazaban nunca se cumplió). ¡Ridículo! Una vez, unos predicadores mormones me ayudaron a limpiar el porche y mover unas macetas, y no por eso me bautizaron en su fe. Al contrario, se fueron un poco contrariados luego de preguntarme sobre mi viejo mandil masónico, y además les demostré que sabía más del escandaloso origen de su religión que ellos mismos. Así trataría yo a un eventual predicador cubano, así trato a los predicadores políticos mexicanos.
Ahora, en vísperas de elecciones en algunos estados, la campaña sistemática contra el régimen, cuyo financiamiento no se sabe pero se intuye, sigue generando polarización y gangrenando la capacidad crítica de la gente. El caso de los médicos cubanos no deja dudas. Tal vez el presidente López exagere sobre la negativa de médicos a cubrir plazas en lugares remotos y pobres, pero hay algo de verdad en eso. No pasa sólo en la Medicina. El sistema político mexicano perdió la horizontalidad hace muchos años, y con ello estimuló el individualismo por sobre la conciencia de colectividad. La vocación en todas las profesiones ha perdido mística y compromiso social, y ha ganado en ambición. De la misma manera, se ofuscó la visión periférica. Se considera el entorno urbano como el hábitat natural del profesionista. No porque sea más necesaria su práctica, sino porque es el sitio en donde se pueden gozar los beneficios de ella, tanto en estatus social como réditos. Otrora, los líderes naturales en un pueblo eran el cura, el alcalde, el maestro y el médico: la moral, la ley, la educación y la salud. En la ciudad, esos personajes ganan prestigio y estatus, pero pierden liderazgo. Salvo el cura, que mantiene clientela cautiva.
La campaña contra la 4T, cada vez más ridícula, sí ha ganado adeptos. Más bien, ha contaminado conciencias y, como decía, ha gangrenado la capacidad crítica y fomentado el prejuicio. Don Andrés y sus huestes pueden estar tranquilos. El nivel de esa “crítica” es selectivo, torpemente selectivo. Busca reclutas entre quienes han sido afectados, aunque sea mínimamente, por las medidas que adoptó este gobierno federal. Prácticamente todas las “críticas” apuntan a un futuro desolador y catastrófico. Profecías puras. Una oposición que se nutre de la incertidumbre. Y sí funciona, pero sólo para los que han tenido tiempo y recursos para planear un futuro y siempre condicionado a los factores que proporcionaba el régimen anterior. Los que no tenían futuro ni siquiera entienden de qué les hablan.
Por el contrario, la “crítica” afín al régimen, parece chafa y desordenada, pero creo que es más astuta. Los “periodistas” en YouTube son el mejor ejemplo. Ganchan con titulares apantallantes y luego, en el desarrollo informativo, dicen otra cosa. Lo suyo es decir maravillas del presidente López y exhibir pillerías de personajes clave de la oposición. Las maravillas presidenciales tal vez no sean del todo ciertas, pero las pillerías de opositores son perfectamente creíbles y con frecuencia verdaderas. No gastan saliva en tesis económicas y políticas, van al grano lo más coloquialmente posible. Y claro, el mero titular tendencioso ya es proclive a viralizarse. “Alito” negando un audio infame, por ejemplo, es increíble hasta para los propios priistas. O la Téllez vomitando bilis en la tribuna del Senado, que de tanto despotricar insensateces, llegará el momento en que nadie le crea cuando sí tenga razón.
En resumidas cuentas, en el tema de campañas contra y a favor de la 4T y la “oposición”, está el tres pa’l ocho. Y como ya me toca mi cóctel de píldoras, antes de que me amodorre otra vez, mejor remato con una cita de don Hipócrates a propósito de la campaña contra los médicos cubanos: “Dos cosas distintas son la CIENCIA y la OPINIÓN, de las cuales la una produce conocimiento y la otra ignorancia”.
PD. Recordaba que Hitler tenía planeado un “Nuevo Orden Europeo”, que incluía lateralmente a África. La intención de Suecia y Finlandia de integrarse a la OTAN es interesante. Básicamente la OTAN (Estados Unidos) está reivindicando el sueño de don Adolfo. La actitud de Rusia es deplorable pero comprensible. No hay que olvidar que la derrota de Hitler fue precisamente por su avidez territorial. Tampoco hay que olvidar que si la OTAN (EEUU) impone su hegemonía en Europa… seguiremos nosotros en América. ¿Indicios? No puede haber una cumbre continental si falta la representación de un solo país. A cada país ignorado se le cancela el diálogo. Y sin diálogo, la única opción que queda son los hechos, económicos o militares, tan devastadores unos y otros.