La titular de la oficina Amar a Nuevo León explicó en entrevista que el objetivo es luchar contra la discriminación que impera en la entidad hacia las personas por su orientación sexual
Mariana Rodríguez Cantú, titular de Amar a Nuevo León, anunció que el DIF estatal alista un protocolo para infancias trans y menores de la comunidad LGBT junto con organizaciones, expertos y activistas, esto con el fin de mejorar la atención a los menores que ingresa a Capullos por ser víctimas de violencia sexual, física y psicológica; señaló MILENIO.
En entrevista para la plataforma MILENIO-Multimedios, Rodríguez Cantú señaló que existe una “realidad terrible” de discriminación en Nuevo León y que los protocolos ayudarán a todas las personas sin importar su orientación sexual.
«Todas las dependencias y poderes deben de garantizar la comodidad y la inclusión de las personas de la comunidad LGBT porque son igual de valiosas que todos los demás. Capullos no va a ser la excepción, el respeto viene desde la niñez. Somos un centro que incluye a todos y tiene protocolos para todos. Voy a hacer hasta lo imposible para que las niñas, niños y adolescentes tengan espacios seguros para crecer con amor, respeto y libertad», indicó Rodríguez.
Dijo que en su experiencia en DIF Capullos, los menores llegan lastimados, heridos física y psicológicamente, abusados, rechazados por familiares y muchos también discriminados por su orientación sexual; señaló que además de la atención psicológica, los protocolos buscarán garantizar el respeto y la inclusión de menores trans en todas las actividades de Capullos.
«Necesitamos cambiar las actividades internas que tenemos en Capullos, porque actualmente las mujeres van a música, belleza y deportes, y los hombres solo a deportes y música. Siento que no tenemos actividades que les den la apertura y que hagan sentir bienvenidos a cualquier género», consideró.
Mariana Rodríguez dijo que todos los funcionarios deberán entrar de lleno al tema que “ha sido tabú por muchísimos años”.
«Es uno de los puntos que tenemos que incluir en los protocolos internos de Capullos. Poder tener un terapeuta específicamente para acompañar a los niños, niñas y adolescentes en esta transición o en esta decisión que están tomando en ese momento en específico. Que los ayude a lidiar con el rechazo que han sentido», detalló.
Rodríguez Cantú dijo que hace unos meses tuvieron el caso de un adolescente trans que fue una situación especial porque al llegar a Capullos se le asignó con las niñas, pero se le respetó llamarle por su nombre masculino.
«Cuando llegó hablé con todos y les dije que no había margen de error, se le iba a referir como hombre y con el nombre que él nos había dicho que quería ser llamado. El respeto era uno de los puntos más importantes. Él había sufrido de discriminación en su casa, lo cual lo orilló a escaparse.
«Yo quise evitar que alguien que le abrió las puertas a un adolescente que estaba en situación emocional vulnerable se metiera en problemas por ayudarlo. Así como esta historia, hay más», expuso.
Sobre las modificaciones al género en las actas de los menores trans o no binarios, que realiza el juez Raúl Farfán Bocanegra, pero que después son obstaculizados para ratificar el CURP en el Registro Civil o documentación de la Secretaría de Educación (SE), señaló no tener información sobre el asunto y solicitó que se le reporte para poder actuar; informó MILENIO.
«Tampoco puedo dejar de dudar que esto sigue sucediendo porque este tipo de situaciones son reflejo de una cultura machista y prejuiciosa que se ha perpetuado en México y en el mundo, y que será difícil cambiar de la noche a la mañana. En mi caso, lo que me hizo cambiar y abrir los ojos es estar en Capullos todos los días y ver ahí el rostro del dolor, sufrimiento, miedo y abandono, por eso he buscado visibilizar la realidad que han padecido esas niñas y niños», reconoció Rodríguez.
Imagen Portada: Jorge López | MILENIO