Por Obed Campos
Se llama Elisa Tagle Pérez y ahora sí que se vendió como la última botella de agua en el desierto y aprovechó que sus encantos calmaron la sed de Juan Ignacio Barragán, mero mero de Agua y Drenaje (AyD), por lo que aprovechó para vender la receta de cómo calentar el agua en tres pasos… Y se la compraron.
Yo tengo amigos y amigas profesionales de la comunicación en Veracruz. Gente seria y a todos y todas las que les he preguntado por ella no me saben decir ni agua va. Nadie la recuerda y nadie la conoce.
Esto no quiere decir que Tagle Pérez mienta en su currículo, sino más bien que su chamba ha sido tan pero tan mediocre que ha pasado desapercibida, aunque en una nota periodística del 2017 presumía que ya le habían ofrecido que fuera regidora en Veracruz.
Pues la dama llegó a AyD hará cuestión de cuatro meses y ha sido una verdadera tormenta… o un tormento. Para comenzar hizo que renunciaran o reubicaran a todo el departamento de Cultura del Agua, del cual depende Comunicación Social… Y pues su mecenas regio no solamente lo aplaudió, sino, que ocupado con otros lodos, le mandó decir que como ella quisiera.
En plena crisis por el vital líquido, que entre otras minucias ha demostrado que en Gobierno de Nuevo León cada quien jala para su santo y que Juan Ignacio Barragán piensa más en Coca Cola y Bebidas Mundiales, de su familia, que en el sediento pueblo nuevoleonés y antes de que se cumpla un año de la llegada del gobierno “fosfo-fosfo” ya se habla de relevo en la paraestatal… Es decir, que Barragán tiene sus días contados.
Y es que, como diría el viejo que ahora habita en Palacio Nacional: las escaleras se barren de arriba para abajo, y que la gente que llega será seleccionada por su especialidad técnica en el tema de hidrología.
Pero hablando precisamente del macuspano Andrés Manuel López Obrador, parece que ahora sí le van a hacer caso y el agua en Nuevo León se va repartir de manera equitativa.
Y esto último solo significa enfrentarse a los poderosos del estado, a los que no se les ha cortado el servicio de ninguna manera…
Póngale usted que Samuel “Mattel” García le saque al bulto. Pero AMLO si de algo vive es del pleito.
Porque soñar con que nos caiga uno, dos o tres huracanes en esta temporada y le salven el pescuezo a Samuel “Mattel” y toda su corte, no son más que sueños húmedos de una noche de verano.