Por Francisco Tijerina Elguezabal
“El genio comienza las grandes obras, pero sólo el trabajo las acaba”
Joseph Joubert
No tengo duda.
Después de mucho analizarlo considero que el principal problema del gobierno de Samuel García es el que no termina por concluir nada, por cerrar ciclos, por terminar capítulos.
Mantiene abiertos todos los frentes y estos, indefectiblemente, vuelven y cada vez que regresan lo hacen con más fuerza, con mayor ímpetu, con un rigor más grande.
Y así mantiene el tema del ex Gobernador Rodríguez Calderón y la presunta corrupción sin avanzar o concluir; habló de una mafia en Agua y Drenaje, dijo nombres, acusó personas y hasta el momento nada ha ocurrido. Acusó públicamente a Manuel Vital y otros por el asunto de la Ecovía, pero hasta la fecha nada sucede.
De la seguridad ni hablemos porque los números son más que evidentes y los resultados saltan a la vista. De nada sirven las explicaciones y teorías de Aldo Fasci cuando la realidad nos abruma y sobrepasa, cuando a diario somos testigos de muertes y ejecuciones.
La emboscada a elementos de Fuerza Civil en Anáhuac es para ponerse a temblar.
Siguen abiertos los casos de Debanhi, Yolanda y más recientemente el caso de la mujer secuestrada y quemada en Salinas Victoria.
Sigue abierta la discusión con los vecinos de Garza Sada y de Miguel Alemán por la construcción del Metro elevado; no lo quieren y desde el Gobierno se empeñan en construirlo así.
El gran plan del transporte, anunciado con bombo y platillos, ha resultado un fiasco porque no han sido capaces de cumplir con la llegada de las nuevas unidades y la transformación del sistema de rutas bajo el esquema de pago por kilómetro recorrido que, a su decir, sería la gran solución.
Se empeñó en volver a clases a pesar de la pandemia, pero la falta de agua lo hizo meter reversa porque, seamos claros, las escuelas se caen a pedazos.
No se resolvieron adecuadamente los temas del niño que sacaron un fin de semana del DIF Capullos y el otro que murió en circunstancias poco claras en el DIF Fabriles.
No hablemos del tema de la escasez de agua porque ese ha sido el peor manejado de todos. Promesas incumplidas, cambios de señal, acusaciones, secuestro de pipas, amenazas, pero ni hay responsables, ni se consigna a nadie, ni se resuelve el problema.
Todas las lumbres están encendidas y lejos de apagarse se avivan con el tiempo y se van uniendo, formando un círculo en torno al Gobernador y su administración del que difícilmente se aprecia una salida.
Samuel debe cerrar ciclos, concluir capítulos, apagar fuegos, pero no por encimita y menos con simples declaraciones, debe hacerlo de manera efectiva y concluyente, si es que quiere avanzar, antes de que sea demasiado tarde.