Con más de un millón 400 mil dosis disponibles, Nuevo León puso en marcha ayer su campaña de vacunación contra la Influenza.
En el Hospital Matero Infantil, Alma Rosa Marroquín, secretaria de Salud en el Estado, aplicó las primeras vacunas de cara a la temporada invernal.
Niños menores de 6 meses a 5 años, mujeres embarazadas, adultos mayores de 60 años, personal de salud, personas con comorbilidades como diabetes, hipertensión, enfermedades crónicas, del pulmón, riñón, e hígado, están entre los grupos de riesgo.
«Se hace un llamado a la población que presenta un factor de riesgo a acudir a vacunarse», destacó.
«No podemos bajar la guardia porque tenemos un reto mayor, hemos reducido las medidas de prevención, esencialmente el uso de cubrebocas, pero eso no significa que no sea una de las herramientas principales de protección no sólo contra Covid, sino contra cualquier virus respiratorio».
El biológico, seguro, gratuito y eficaz, se encuentra en Centros de Salud, hospitales del IMSS e ISSSTE.
Si una persona se aplicó recientemente la vacuna de Covid, es recomendable esperar 15 días; sin embargo, también pueden aplicarse de manera simultánea.
Es de destacar que los meses de octubre y noviembre son la época ideal para aplicarse la dosis, y así estar blindados durante el resto de la temporada.
La influenza es una enfermedad viral, cuyos síntomas incluyen fiebre, tos seca, dolor de cabeza, garganta, en músculos y articulaciones, malestar general y secreción nasal.
Al presentar un cuadro sintomático parecido, podría confundirse con el Covid-19 o cualquier otra enfermedad respiratoria.
La temporada anterior se registraron 518 casos y al menos 9 fallecimientos por esta causa, y se prevé que en esta ocasión pueda ser más agresiva.
«Históricamente hemos visto el comportamiento de la influenza, pareciera que su ciclo es cada dos años, el 2021 estuvo muy tranquilo, pero si el comportamiento se mantiene, el número de casos puede ser mayor», aseveró.
«Es común en la temporada invernal las infecciones combinadas de influenza y COVID, con un mayor riesgo de gravedad para los pacientes. Hay que seguirnos cuidando y protegiendo».
Evitar exponerse a los cambios bruscos de temperatura, cubrirse con el ángulo interno del brazo al toser o estornudar y acudir a consultar ante cualquier malestar, son parte de las recomendaciones. Además de utilizar cubrebocas para prevenir contagios.