En su editorial Disensos, José Jaime Ruiz rememora las palabras de José Alvarado sobre el Norte indómito: “Arriba una planicie azul. La Luna y, a veces, el eco de un disparo perdido. Es el Norte. Y en viejos labios las antiguas leyendas: el indio Victorio escondido en el cerro de la Candelaria; el indio Jerónimo; la santa de Cabora”… memorias que se diluyen con la transformación de la ciudad bajo la sombra de sus últimos gobernantes. Llegará el día, apunta Ruiz, en que “como kikapoos, los votantes nuevoleoneses se robarán otra vez a los niños blancos, les pondrán arracada en su ideológica oreja y los enseñarán a montar a pelo.”