Por Obed Campos
El periodista José Luis Carrillo urgió, en su texto del día 17 de noviembre “Bandera Blanca”, a que el gobernador Samuel García y sus adversarios, en este caso los diputados de casi todas las fracciones, a “levantar una bandera blanca” y por el bien de Nuevo León detener las hostilidades.
“Y sin embargo, seguimos viendo como los grupos políticos siguen ‘jugando a las vencidas‘ agobiados por los “humos del Poder”, y lamentablemente, los otrora grupos empresariales influyentes y respetados; pareciera que están más interesados en privilegiar la industria del Deporte y Entretenimiento, que defender la Vocación Productiva y de la Legalidad, de nuestra Entidad” escribió Carrillo en su texto.
Ayer, tal parece que la razón por una vez cupo en el cerebro del gobernador Samuel García, quien apreció que “De nada sirve pelearnos, parecemos borrachitos de cantina”, en el evento de la inauguración del nuevo Centro de Conciliación Laboral.
Por ello, en un aparente gesto de civilidad y busca de la paz y la concordia social en la entidad, Samuel resaltó: “Nuevo León espera lo mejor de los actores políticos… por eso hoy primero de diciembre de nuevo lanzo un llamado a la unidad, a la conciliación”.
Y aunque no cejará en su oposición a que Adrián de la Garza se quede como Fiscal del estado, ni a que los diputados le “metan tijeras” a su presupuesto afirmó tajante: “Estamos muy echados para adelante en que pronto va a resolverse el conflicto entre Ejecutivo y Legislativo”.
Y uno se pregunta si esta será la luz al final del túnel en el que estas nefastas fuerzas nos han metido a todos lo nuevoleoneses.
En tanto, se dio a conocer lo que ya se esperaba en esta guerra: que un juez vinculó a proceso a Félix Arratia, extitular del SAT del Gobierno Nuevo León, quien habrá de enfrentar cargos por los delitos de amenazas y abuso de autoridad. Le aplicaron una medida cautelar, por lo que tendrá que apersonarse a firmar en el juzgado una vez por semana.
Y usted como yo, seguramente nos preguntamos dónde quedó Javier Navarro Velasco, quien cobra como secretario de Gobierno y una de sus funciones es la de meter paz en estos casos.
Ah, se me olvidaba que el secretario golfista trae en la bolsa trasera de su pantalón la copia del amparo que solicitó para no ser sometido a juicio político, mientras busca mejorar su hándicap.
Ya se va a acabar el 2022, que con tantas esperanzas recibimos hace 11 meses pero por lo visto vamos a seguir siendo testigos de una batalla campal cantinera entre la gente que había de poner el ejemplo.