Emiliano Martínez se consolidó como uno de los polémicos baluartes de Argentina, con un rechace clave en la prórroga y un penal atajado, pero también destacó por sus obscenidades y comentarios
Emiliano Martínez se ha consolidado como un héroe polémico. Eficaz bajo los tres palos, el Dibu es un personaje que no deja indiferente a nadie. A Kolo Muani lo privó del que pudo ser el gol de la victoria para Francia, además de que le atajó a Kingsley Coman en los penales y encaminó a Argentina al triunfo; reportó MILENIO.
Aunque se le aplaude por sus atajadas y actuaciones, también se le señala por sus conductas. Celebró de forma burlona los fallos de los galos, además de que hizo un gesto obsceno después de ser reconocido como el mejor portero del Mundial.
Incluso en su análisis de partido, el arquero habló sin tapujos ni matices. “Lo teníamos controlado, llegan dos tiros de mierda de vuelta y nos empatan el partido. Dijimos que era el destino sufrir. Nos ponemos 3-2, nos cobran otro penal, lo meten, casi nos meten dos goles, gracias a Dios saqué ese pie”.
Origen humilde
Damián Emiliano Martínez Romero nació el 2 de septiembre de 1992 en Mar del Plata. Su madre limpiaba casas para subsistir, mientras que su padre trabajaba en el puerto desde la madrugada. A los 12 años, entró a las inferiores del Independiente, en donde se formó y tuvo sus primeros llamados con las selecciones Sub 15 y Sub 17, siendo subcampeón del Sudamericano de 2009 con los últimos; informa MILENIO.
Esto le abrió las puertas en Inglaterra, cuando el Arsenal se lo llevó para sus categorías inferiores. El camino a la regularidad no fue sencillo: tardó en consolidarse con los Gunners y pasó en calidad de préstamo a Oxford United, Sheffield Wednesday, Rotherham, Wolverhampton, Getafe y Reading.
Lejos de caer en lo mental, el ser un nómada le ayudó a perfeccionar su estilo de juego. En septiembre de 2020, se acabaron los préstamos y el Arsenal lo vendió al Aston Villa por 17 millones de euros. En Birmingham ha encontrado estabilidad en el arco, con 91 partidos, 114 goles encajados y 30 vallas invictas.
El Dibu ha hecho de las palabras y gestos su arma más letal. En la Copa América de 2021 le ejerció presión psicológica a Yerry Mina para que fallara su penal, además de atajarle a Davinson Sánchez y Edwin Cardona para meter a la albiceleste a la final, la que le ganaron a Brasil.
Podrá tener detractores, pero nadie puede negar que el Dibu se consolidó como pieza fundamental en este título.
Imagen portada: MILENIO