En junio de 2021, la oficina de la DEA en la Ciudad de México, la división más importante de la agencia antidrogas estadunidense en el extranjero, se quedó sin cabeza. Y no pasó inadvertido para el presidente Andrés Manuel López Obrador, un duro crítico de la operación de agencias extranjeras en el país.
Según la Oficina del Inspector General del Departamento de Justicia, el director regional de una de las oficinas de la DEA había realizado gastos no autorizados y solicitado reembolsos para su propia fiesta de cumpleaños.
The Washington Post y The Associated Press pudieron confirmar que se trataba de Nicholas Palmeri, quien estuvo al frente de la oficina de la DEA en la Ciudad de México desde inicios de 2020 y hasta 2021, cuando sus jefes en Washington lo llamaron a rendir cuentas por conductas inapropiadas.
Palmeri comenzó su carrera como policía en Nueva York, entre 1993 y 1997. A partir de octubre de 1997 y hasta marzo pasado fue agente de la DEA. No fue despedido ni separado del cargo, sino que se retiró de forma voluntaria en medio del escándalo.
La Oficina de Responsabilidad Profesional de la DEA había presentado una queja por mal uso de recursos en su contra. Según la oficina, Palmeri había desviado fondos de la Unidad de Investigaciones Sensibles, una división de élite de la agencia antidrogas para el combate internacional del tráfico de drogas, para adquirir bienes o servicios no aprobados por la propia administración. Medios estadunidenses revelaron que se trató de la renta de un yate en Panamá, para reunirse con Timothy Shea cuando era administrador interino de la dependencia.
Además, se encontró que solicitó el reembolso de dinero que utilizó para una fiesta que se llevó a cabo en su residencia, y a la que invitó a altos funcionarios del gobierno mexicano.
Aunque no se inició una investigación criminal por este caso, medios revelaron que la DEA inició otra investigación porque identificó que Palmeri se reunió con abogados de narcotraficantes en Florida.
Según los reportes, en febrero de 2021 Palmeri se hospedó por dos días en una casa de descanso de David Macey, un prominente abogado especializado en defensa criminal. Palmeri admitió la visita, que según dijo, fue para interrogar a una fuente confidencial, de lo cual no hay registro, y para que su esposa, nacida en México, realizara un trabajo como traductora para otro abogado, Rubén Oliva.
Esta situación que le valió las críticas de López Obrador: “el que estaba de jefe de la DEA en México, que tardó como un año o dos años de jefe de la DEA, lo destituyeron nada más porque le encontraron de que convivía con narcotraficantes”, señaló el lunes pasado y hoy retomó el tema en su conferencia matutina.
El presidente ha mantenido una postura de mano firme en lo que se refiere a disminuir la presencia y actividad de agencias extranjeras en México. En 2021, desarticuló la operación de la SIU en México, seis meses después de que el ex secretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos, fuera acusado de narcotráfico en una corte de Nueva York y el gobierno mexicano negociara que se desestimara el caso en su contra.
Además, en diciembre de 2020 se logró la aprobación de la Ley de Seguridad Nacional, que limita y regula la operación de agencias extranjeras en México.