La directora de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos de América (DEA, por sus siglas en inglés), Anne Milgram, fue cuestionada por legisladores estadounidenses sobre contratos de millones de dólares que no fueron obtenidos mediante licitaciones y que forman parte del debate previo sobre si la Agencia contrató indebidamente a algunos de sus antiguos colaboradores.
Los principales críticos de la funcionaria estadounidense fueron los congresistas republicanos de la Comisión de Asignaciones de la Cámara de Representantes, tras una investigación del medio The Associated Press (AP) en la cual se asegura que la DEA gastó 4.7 millones de dólares en una “planeación y comunicación estratégica”.
Las criticas hacia Milgram no solo se basaron en la presunta asignación de contratos de manera ilícita, sino que los congresistas aseguraron que Milgram contrató a personas que conocía de su época como fiscal general de Nueva York, con sueldos que superan por mucho el promedio de lo que ganan los otros funcionarios estadounidenses.
«Todo el mundo goza de presunción de inocencia hasta que sea declarado culpable. Pero estos reportes son muy duros», aseguró el miembro de la Cámara de los Representantes, Andrew Clyde.
Clyde también cuestionó a Milgram sobre si se han otorgado estos contratos sin licitación, a los que la funcionaria estadounidense respondió:
«Como dije, creo que es un tema importante, y el Inspector General está realizando una revisión administrativa de algunos contratos de la DEA… Lo agradezco y no voy a ponerme delante de él por respeto a su trabajo”.
La investigación es llevada a cabo por el inspector general del Departamento de Justicia estadounidense, Michael Horowitz, y dentro de los contratos que se investigan existe uno por 1.4 millones de dólares para un bufete de abogados en Washington para una revisión de las operaciones extranjeras de la DEA.
Otro de los casos que se investigan es el contrato del excolaborador de la DEA José Cordero, quien presuntamente recibió un contrato sin licitación con un sueldo de más de 400 mil dólares para realizar análisis de estadísticas delictivas.
Esta investigación no fue lo único sobre lo que se cuestionó a Milgram, también se vivieron momentos de tensión al tocar otros temas como el manejo del combate contra el trasiego de fentanilo en el país y el control de las fronteras.
Imagen portada: SPR Informa
