Epifanio Avilés Rojas es la primera víctima de desaparición forzada que se ha documentado en México. Este 19 de mayo se cumplieron 50 años desde que una avioneta militar lo trasladó del municipio de Coyuca de Catalán, Guerrero, a la Ciudad de México y nadie volvió a saber de él.
Tenía 38 años, era campesino, alfabetizador y padre de 3 hijos, originario de la comunidad Rincón del Chavo. Su caso sigue impune.
Para recordar la fecha, el colectivo Hijos por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio (H.I.J.O.S.) México, colocó fotografías de gran tamaño con el rostro del profesor guerrerense acompañadas de la leyenda: “Epifanio Avilés Rojas. Desaparecido hace 50 años”, en el Zócalo de la capital.
La agrupación recordó que Epifanio conoció, durante la década de los 60s, a quienes organizaban el germen de la que fue una de las organizaciones políticas más importantes en Guerrero: la Asociación Cívica Nacional Revolucionaria (ACNR).
“Se cree que conoció Genaro Vázquez Rojas y mantuvo algún contacto con ese grupo, pero su familia no supo al respecto, él no les contó y no alcanzaron a conocer porque fueron pocos meses de cercanía antes de que lo desaparecieran”, y de esa relación fue que autoridades lo ubicaron, explicaron a través de un comunicado.
Supuestamente, se vinculó a Epifanio con un asalto a un banco que no se logró concretar en abril de 1969. Luego ocurrió la primera represión en su contra; el 19 de abril, un grupo de hombres armados y vestidos de civil llegaron a la casa de la familia de Epifanio. Preguntaron por él. Braulia Jaimes les explicó que no estaba, pero los intrusos revolvieron las pertenencias de la familia, destruyeron cosas a su paso y robaron sus pertenencias.
El día de su desaparición, 19 de mayo de 1969, cuando estaba en la comunidad Las Cruces, fue aprehendido por el mayor Antonio López Rivera. Un día después, llegó una avioneta militar que lo trasladó al Campo Militar Número 1, desde ese momento se ignora su paradero y las autoridades han negado sistemáticamente la información respecto a Epifanio Avilés Rojas.
Su esposa, Braulia Jaimes y sus hijos lo han buscado sin obtener ningún avance. Pese a las múltiples gestiones, ninguna autoridad ha dado explicaciones. El silencio se ha extendido desde 1969, y la familia aseguró que incluso las autoridades del presente han sido omisas y cómplices al perpetuar la desaparición forzada de Epifanio.
La vida de Epifanio y Braulia
La esposa de Epifanio asegura que era un muchacho alegre, le gustaba jugar al fútbol y al voleibol, trabajar el campo y cazar güilotas. A los 18 años, Epifanio y Braulia se conocieron enseñando. Se enamoraron y escaparon juntos. Luego se casaron.
En su comunidad, alquilaban tierra para sembrar maíz y ajonjolí, pero cuando terminaba la cosecha se mudaban a Acapulco para seguir trabajando allá. Durante los ratos libres, siempre paseaban. Iban a La Quebrada, a las playas de Caleta y a Barravieja. Si había bailes, también se apuntaban.
Nereida, Blanca y Jaime tenían ocho, seis y cuatro años cuando se llevaron a su papá, cuando lo desaparecieron. Pero quizás las causas de su desaparición fueron que Epifanio no toleraba las injusticias. Apoyó en la creación de sindicatos obreros, y luego conoció a quienes organizaban la ACNR.
Epifanio Avilés Rojas es el primer desaparecido de México. H.I.J.O.S y el comité ¡Eureka!, recordaron que este delito de lesa humanidad no empezó a cometerse en 2006; tiene 50 años de historia, 50 años de familias arrasadas y una sociedad corroída por la impunidad.
Braulia ha envejecido sin su esposo. Sus hijos han crecido sin su padre y sus nietos sólo lo conocen por foto: “Desde el 19 de mayo de 1969 a este 19 de mayo de 2019, Epifanio Avilés Rojas nos falta a todas y todos, cada día. Por él y por todas las personas desaparecidas en México”.