Por Juan Javier Córdova
De manera intempestiva el nombre de Javier Milei comenzó a circular en México el pasado domingo 13 de agosto de 2023. Lo anterior se dio tras el anuncio de que el economista argentino había logrado conseguir el 30% de los votos en las elecciones primarias en Argentina.
Los encabezados de los diarios en México y en el mundo hicieron notar que la “extrema derecha” había dado la sorpresa aquella noche electoral. Las PASO (Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias), también llamadas elecciones primarias, en Argentina son una antesala de lo que será la primera vuelta y una posible, pero no segura, segunda vuelta para elegir al presidente del país sudamericano.
El partido de la Libertad Avanza, cuyo candidato es Milei, logró ser el más votado en 16 de las 24 provincias, incluidas Córdoba, Santa Fe y Mendoza, tres de los principales distritos argentinos, además de arrasar en toda la Patagonia y algunas provincias del norte como Jujuy.
El nombre de Milei llegó a México bajo el concepto, sombrío, siniestro y tenebroso de “ultraderecha”. Voces del periodismo y de la clase política mexicana han criticado su discurso agresivo y una aparente postura de desprecio a la defensa de los derechos humanos.
Al contemplar la forma en que medios de comunicación de Latinoamérica y de México se refieren a Milei, encontramos que ha sido construido de manera negativa. Si nos informamos sobre “El León”, como hacen llamar a Milei, únicamente en estos medios, podríamos imaginar a un monstruo del capitalismo voraz, un títere del neoliberalismo, un fiel seguidor de Mussolini y de Hitler.
“Milei es un libertario de extrema derecha que está a favor de la venta de órganos, no cree en el cambio climático y está en contra de la educación sexual y del aborto. Algunas de sus propuestas incluyen: que sea más fácil poseer armas, recortar el gasto público, eliminar los ministerios de sanidad, educación y medio ambiente, de las mujeres, género y diversidad; también propone cobrar por utilizar el sistema de salud y eliminar el banco central; en 2021, una investigación de Ojo Público ubicó a Milei más cercano a Bolsonaro y Trump”, por mencionar algunas de las formas que se emplean.
Evidentemente el triunfo en las elecciones primarias no representa la victoria por la batalla presidencial, sin embargo, pone en evidencia las narrativas que están permitiendo a personajes identificados con la extrema derecha posicionarse al frente de sus países. Podemos pensar, por ejemplo, en el caso de Giorgia Meloni en Italia, cuyo discurso y propaganda coincide (no en la forma, pero sí en el fondo) con el de Milei en Argentina.
Ante un discurso mediático que ha dotado de significados negativos a Milei, (construyendo una dicotomía entre derecha = negativo; izquierda = positivo), se desprenden algunas incógnitas ¿por qué el electorado no responde ante un discurso positivo planteado por la izquierda? ,y ¿por qué alguien que aparentemente es un monstruo del capitalismo logró la simpatía de tantas y tantos argentinos si sus valores son negativos?
El eventual triunfo de Milei puede ser efecto de las causas, percibidas como deficiencias, en materia económica, política y social del oficialismo argentino. Recordemos que enfrentan a una hiperinflación que en cuatro años llegó hasta el 115.6%, por ejemplo.
Solamente el pueblo argentino sabe a ciencia cierta la situación económica, política y social por la que atraviesa. Estaremos atentos al resultado final en esa elección. Sin embargo, este fenómeno político-electoral necesariamente debe invitarnos a reflexionar sobre el papel y la congruencia entre propuestas y acciones en los gobiernos de izquierda y progresistas de América Latina, particularmente México.