Por José Jaime Ruiz
El presidente Andrés Manuel López Obrador lo dijo. La coordinadora de la Cuarta Transformación, Claudia Sheinbaum, lo expresó. El dirigente de Morena, Mario Delgado, lo reiteró. Marcelo Ebrard, el hermano por amistad del presidente, tiene las puertas abiertas en la 4T. Cerrarlas es suicidio político. Cuando se cruza el Rubicón es para ganar, no para perder. Manuel Camacho, insistente mal heredero de un dedazo, terminó siendo negociador con el EZLN y proclive, al final de sus días, de la izquierda. El carnal Marcelo, en la ruta de un pájaro herido, no podrá volar sin el movimiento de regeneración. La insurgencia, sus impugnaciones, se cancelaron; su independencia, según las reglas del INE, también.
En política, la idiosincrasia de la rebeldía inútil es abatible: el origen cuenta; el no-origen, descuenta (boxeo). Originales de la decepción, el sombrerazo y el grito, sin argumentos, son argucia. Abordar carruajes o barcos rediseñados es explotar el nuevo diseño. En el ejercicio del discurso de Movimiento Ciudadano no cabe Marcelo. Ebrard es carnal de López Obrador, no de Dante Delgado. El resentimiento no legitima el sentimiento de otras embarcaciones.
Cito a Dante: “Estoy convencido de que es momento de dar una alternativa a millones de mexicanos que hoy se sienten olvidados y traicionados por la vieja política, construir un proyecto de futuro en lugar de tomar el camino fácil y de la complacencia”.
Tomar el camino fácil del resentimiento y la complacencia es derrotar a Movimiento Ciudadano y a sus posibles nuevas y jóvenes curules, el vacío político. Marcelo, para la propuesta innovadora de MC, forma parte de la vieja política. Desde esa óptica, en el ejercicio electoral de 2024, Marcelo Ebrard no es opción, es decepción.
Tormenta en estribor, el Frente Amplio quiere buen clima con allegarse a Ebrard, así Alejandro Alito Moreno, así Marko Cortés, así Xóchitl Gálvez. Ajenos a Gramsci, poco entienden de estructura y contingencia. En la pedagogía de lo simple, no reflexionan ni en la cotidianeidad ni en el México profundo. Morena es estructura, el PRIAN discurso sin curso.
Política pragmática, no es el bastón de mando, que es simbólico, es la estructura de Morena y los suficientes gobernadores que manejarán electoralmente el 2024. “Haiga sido como haiga sido”, Vicente Fox y Felipe Calderón “triunfaron” por el ejercicio electoral de los gobernadores. Las gobernadoras y gobernadores están con Claudia Sheinbaum, la estructura gramsciana también. Es imposible que Claudia no sea presidenta.
¿Es probable que Marcelo se reinvente en un partido? Movimiento Ciudadano aprecia más a Samuel García que a Marcelo. Desmerecerse en política es naufragar. Para Marcelo hay tabla de insolación, no de salvación. A veces las tablas son astillas. Factor carnal, cutícula, manicure: la mugre, la uña. Demasiada metáfora, suficiente política.
