Este 2024, México y Brasil celebran 190 años del establecimiento de sus relaciones diplomáticas.
Las dos economías más importantes de América Latina y el Caribe tienen un par de pendientes para fortalecer sus relaciones, proyectos que de consumarse podrían abrir el terreno para una eventual visita de Luiz Inácio Lula da Silva, presidente de Brasil, al presidente Andrés Manuel López Obrador, o viceversa; informó MILENIO.
Este 2024 se celebra el 190 aniversario del establecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambos países, una de las más antiguas en el continente, y que lleva de la mano el establecimiento del Año Dual México-Brasil, en el que se impulsa el compromiso de lograr un acercamiento cultural, social, político, académico, etcétera.
Entre lo más destacado se incluyen trabajos para compartir experiencias en el área diplomática, promocionar la cultura y el lenguaje de ambos países en el otro y realizar una serie de exposiciones de artistas mexicanos en brasil y viceversa.
Sin embargo, hay un plan que no se ha podido concretar, el de un acuerdo comercial que facilite e impulse el intercambio de bienes y servicios entre ambos países, principalmente tomando en cuenta que a nivel global Brasil es el socio comercial número siete de México, y México es el sexto socio comercial de Brasil.
“Brasil tiene importantes inversiones en México; más de 600 empresas que representan 7 mil millones de dólares de IED en nuestro país”, dijo el embajador de Brasil en México, Fernando Coimbra durante el foro sobre la Importancia del Año Dual México-Brasil, organizado por el Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales.
Además, México es el principal inversor privado en Brasil, por lo que en marzo de 2023, Coimbra visitó Nuevo León, uno de los estados con mayores inversiones privadas en ese país, para promover un acuerdo comercial.
“Hay que aprovechar las condiciones para sacar más provecho del nearshoring; Brasil puede contribuir a la economía de Nuevo León. Estamos hablando de inversiones bilaterales, estamos hablando de 30 mil millones de dólares de inversiones, hay muchas empresas brasileñas interesadas y muchas empresas mexicanas y regiomontanas en Brasil. Esto es de los dos sentidos”, dijo entonces el diplomático.
Del lado mexicano, durante su gestión como embajador entre 2019 y 2022, el embajador José Ignacio Piña Rojas trabajó en la constitución de un consejo empresarial entre ambos países para gestionar el impulso del acuerdo comercial. La pandemia de covid-19 detuvo por un par de años los trabajos, sin embargo, aún se mantiene el proyecto.
Por otro lado, también hay algunas diferencias que no terminan de llegar a una solución. Particularmente la solicitud de Brasil para formar parte del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas como miembro permanente, mientras que México está más a favor de una reforma a los estatutos que permitan labores más democráticas e impidan, por ejemplo, el derecho a veto que tienen los miembros permanentes.
Pero a la administración de López Obrador aún le quedan varios meses de gobierno y no se descarta una visita de alto nivel que involucre a Lula da Silva. Además, se prevé una reunión ministerial previa a la cumbre del grupo G20 que se llevará a cabo a finales de este año, donde también podrá haber un nuevo acercamiento para llegar a nuevos acuerdos.
Las relaciones, sin embargo, van más allá de la visita. Muchos avances se han logrado en los últimos años, como trabajar para el desarme y combatir el tráfico de armas, combatir la pobreza, la desigualdad y el racismo, atender las causas de la migración, combatir el cambio climático y fortalecer las cooperación para la seguridad regional.
Además, ambos países tienen prioridades en materia de gestión interna. México se prepara para las elecciones más grandes de su historia, además de la gestión para regular la migración y el tráfico de drogas y armas, mientras que la administración de Lula da Silva trabaja con un congreso dominado por la oposición; reportó MILENIO.
“Es una relación de mucha amistad, respeto y trabajo conjunto. Se beneficia todavía más con las convergencias políticas actuales entre los dos gobiernos, con respeto y admiración mutua entre los mandatarios (…) tanto México como Brasil utilizan la diplomacia para alcanzar, con paso firme, un orden internacional más libre y más justo” concluyó el embajador Coimbra durante el foro del Comexi.
