A tres años y medio en que el Congreso del estado aprobó la Ley de Participación Ciudadana en donde se avalaban la realización de Consultas Ciudadanas para temas de interés para la ciudadanía, el diputado de Morena, Luis Armando Torres denunció que esto era letra muerta para el Poder Legislativo.
El legislador dijo que, en la actual legislatura, hasta el momento, sus compañeros diputados han pasado por alto este derecho que tienen los ciudadanos. Indicó que han tocado temas de suma relevancia como la Ley del Movilidad, la Ley Ambiental y en ninguna se han tomado en cuenta la opinión de la gente.
“Aquí ya todo lo que se dice y se propone lleva ya una cierta duda, se presta a muchas cosas. Creo que deberíamos de facilitarle más la palabra a la ciudadanía. Aquí todos debemos de hablar, para eso se hacen mesas de trabajo.”
“Una consulta ciudadana se debería de hacer cuando por ejemplo ahora se ésta hablando de una Ley de Movilidad, para poder llevar a cabo la apertura, los datos abiertos, más transparencia; pero en la práctica no se hace. ¿Cuándo se ha visto una consulta para un asunto importante? Hay muchos temas que deben de ser consultados.”
“¿A qué le tememos si la ciudadanía es la que nos mantiene aquí? A ellos nos debemos. Tendremos que preguntarles si están de acuerdo con ciertos temas de interés. La realidad es que pareciera que las consultas públicas son letra muerta para el Congreso. No debiera ser, porque es un derecho para la ciudadanía y es un deber tenemos que cambiar y revertir esa situación.”
El diputado de Morena lamentó que siempre en asuntos de real importancia acudan los mismos de siempre como representantes de los ciudadanos.
“No pueden pasar por alto y (a quien) deben de escuchar es a la ciudadanía. Aquí, cuando hablamos de ciudadanizar los consejos o los espacios de asesoría, siempre están representados por las mismas organizaciones: por la Canaco, la Caintra, el Cinlac o el Tecnológico de Monterrey, y a eso le llaman sociedad civil.”
“No están los verdaderos grupos emergentes, los grupos colectivos. No están verdaderos usuarios, los ciudadanos. En el Consejo del Transporte, por ejemplo, no hay usuarios y hay un vacío. Tenemos que apelar a esto: siempre son los mismos los que toman la última palabra. Eso es frágil.”