Gonzalo Villanueva Irañeta asegura que el teatro nunca desaparecerá. “Por siglos ha sido el medio socializador por excelencia, y en estos tiempos en los que nos hemos individualizado tanto, en una economía con sistemas de valores que tienden a cosificarnos, creo que de las artes, el teatro es la que más ha sabido adaptarse a las nuevas tecnologías”, dijo a MILENIO.
Con 25 años de trayectoria, el dramaturgo, actor y director argentino tendrá en cartelera tres montajes en México entre marzo y junio: Medea o la llaga en el vientre, La casa por la ventana y Titanio Tecol, algo poco común en la escena teatral.
Su primer contacto con México fue cuando su familia lo trajo de vacaciones, quedó impactado con la riqueza cultural, años después el destino lo traería de vuelta, y movería al también docente, productor artístico y ejecutivo en televisión y teatro a establecer aquí su residencia.
“El teatro me trajo en tres oportunidades a festivales de teatro con obras de Argentina y finalmente en 2022 tuve la alegría de ganar un concurso de dramaturgia en México para montar el libreto ganador, y desde entonces no he parado gracias a Dios”.
Con La casa por la ventana, Villanueva Irañeta ganó el concurso de dramaturgia organizado por el Foro Shakespeare con patrocinio del Fonca y de la Secretaría de Cultura federal.
El arte de la comunidad
El dramaturgo reflexiona sobre el fenómeno teatral, sus retos, permanencia y posibilidad de reunir en un espacio a los diversos estratos sociales de todos los tiempos, desde la época de los griegos hasta la actualidad.
El teatro está en una situación difícil en México y el mundo, ¿a qué se deba?
Es un momento muy complejo y creo que la razón es multifactorial. Creo que el motivo obedece, en parte, a que existe una crisis humanitaria que tiene que ver con los sistemas de aprendizaje, las metodologías en términos de ciencias de la educación. Pero también tiene que ver con el fenómeno de la inteligencia artificial, la digitalización y las redes sociales, la globalización y la democratización del conocimiento a través de internet.
¿Cómo sucedió esto?
En los siglos anteriores el intelectual podía parar y analizar la realidad, hoy la realidad es tan vertiginosa que se analiza ya mientras sucede y los cambios son drásticos.
El teatro se da en un tiempo real, es un evento que se presencia. El teatro no está mediatizado por nada, tan pronto uno pone una cámara frente a una obra deja de ser teatro para convertirse en una narración audiovisual.
¿Cómo es la relación con el público?
El fenómeno teatral de expectación es directo entre un espectador y un cuerpo poético, que es un actor o una actriz. Entonces en estos tiempos tan mediatizados por el celular es que observamos que ha debilitado la recepción del espectador, estamos observando que tienen una atención más frágil, más débil, que les cuesta más la ilación de ideas y la interpretación a largo plazo, no pueden mantenerse atentos durante un espectáculo de una hora y media o dos horas.
El teatro es el arte de la comunidad por excelencia, no es posible el teatro sin un espectador que presencia, una compañía de teatro actuando sola es un acto de exhibicionismo, eso de teatro no tiene nada.
¿Cuál es el compromiso ético como creador?
Esa es la gran pregunta para todo artista: la ética del oficio teatral. Yo tuve la suerte de aprender de grandes maestros de mi país, de México y de otros países, como Juan Mayorga, Jaime Chabaud, Ariel Barchilón y José Sanchis Sinisterra, todos ellos siempre insistieron en ese compromiso ético que significaba hacer teatro, que partía del respeto al estar presentes, al ensayar; el compromiso a estudiar, a nunca soltar la formación que implica un oficio y una tradición que en Occidente tiene nada menos que 2 mil 500 años si nos remontamos a los griegos con sus tragedias y sus comedias. Desde ahí hasta hoy, siglo XXI, han pasado 2 mil 500 años de tradición.
Y algo que está atravesando directamente a la ética de nuestro oficio, es ese espacio, qué es el teatro, ese espacio para cuestionar, para indagar los sentidos comunes de una sociedad, los discursos normativos y dominantes.
Y además
Dónde y cuándo ver las obras
Villanueva presenta Titanio Tecol los sábados de marzo a las 20:30 horas en el Foro Shakespeare.
Medea o la llaga en el vientre se montará los viernes de abril a las 20:00 horas en el Teatro la Capilla.
La casa por la ventana se reestrenará los viernes de junio a las 20:00 horas en el Foro Shakespeare.
Imagen portada: Especial | MILENIO