El beso, ese gesto íntimo y universal, ha intrigado a la humanidad durante siglos. ¿Por qué nos besamos? ¿Cuál es su propósito más allá del romance?; publica MILENIO.
Expertos en campos como la antropología, la psicología y la biología han explorado esta pregunta desde diversas perspectivas.
El beso y la sociedad
Estudios apuntan hacia el papel del beso en la vinculación social y el establecimiento de relaciones interpersonales, fortaleciendo lazos emocionales y comunicando afecto y apego.
El beso también puede ser un medio de expresión cultural, variando en significado y práctica a lo largo de las diferentes sociedades y períodos de tiempo.
Desde gestos de saludo hasta demostraciones apasionadas de amor, el beso ha sido moldeado por normas culturales y contextos históricos.
No todas las culturas besan como símbolo de amor, pues se ha comprobado que solo el 46% de los países besan en los labios como signo de romance.
Incluso el International Research Journal of Multidisciplinary Scope afirma que el que las madres besen a sus bebés fortalece el sistema inmune de los mismos, ya que les restan patógenos de la piel y estimulan la actividad de las células B de memoria.
Algo biológico
Una teoría sugiere que el beso tiene raíces biológicas, ya que permite la transferencia de información química a través de las feromonas presentes en la saliva, lo que podría influir en la selección de pareja.
Además, el acto de besarse activa regiones del cerebro relacionadas con el placer y el vínculo emocional, liberando neurotransmisores como la dopamina y la oxitocina, que contribuyen a sensaciones de bienestar y conexión.
Besos icónicos 💓 pic.twitter.com/vc56kvN7uy
— Xtian_ sci hub (@Xtian_tuck) June 10, 2022
Si bien el beso puede ser un fenómeno complejo con múltiples facetas, su esencia sigue siendo un misterio fascinante que continúa inspirando investigación y reflexión.
En última instancia, independientemente de su origen o función, el beso perdura como un acto muy humano, capaz de transmitir emociones que van desde la pasión hasta la ternura, y de crear conexiones que trascienden las barreras del tiempo y la cultura.
Imagen portada: Pixabay