Por José Jaime Ruiz
El galardonado dos veces con el Premio Pulitzer, Tim Golden, quedó frito por la insistencia mañanera del presidente Andrés Manuel López Obrador para que le contestase sus preguntas. Acorralado, después de un semestre, en un reportaje que refritea su anterior trabajo, reconoce lo que siempre se supo: nunca existieron pruebas que implicaran a AMLO, como candidato o como presidente, con el narcotráfico.
La campaña de la DEA, ProPublica, The New York Times, Atlas Network, Latinus y los medios de la derecha mexicana con las etiquetas de “narcopresidente” y “narcocandidata” tuvo su golpe de realidad con los casi 36 millones de votos que obtuvo Claudia Sheinbaum. Tim Golden está frito y su refrito, aunque no lo diga, es su mea culpa.