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Salinas Pliego y la revolución de las conciencias

Por José Jaime Ruiz


@ruizjosejaime

@lostubosmty

Durante el sexenio de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo existirá la primera generación educada bajo el esquema de la Nueva Escuela Mexicana, una generación acorde con el Segundo Piso de la Cuarta Transformación, una generación ideologizada en la revolución de las conciencias. En la pedagogía de la emancipación y la libertad, los estudiantes que ingresarán a las preparatorias ya tendrán conciencia individual y colectiva de la inclusión, pensamiento crítico, interculturalidad crítica, igualdad de género, vida saludable, apropiación de las culturas a través de la lectura y la escritura, artes y experiencias estéticas.

La revolución de las conciencias es un cambio de paradigma del modelo neoliberal educativo al modelo transformador. La nueva pedagogía de las Mañaneras del Pueblo también se inserta en la revolución de las conciencias para la reflexión crítica y la autoconciencia en salud, la revolución de la vida cotidiana en una nueva alimentación que ataje y destruya el modelo de chatarrización de nuestra dieta (diabetes, hipertensión).

La nueva pedagogía de las Mañaneras del Pueblo también promueve el humanismo mexicano y la memoria histórica como reafirmación de nuestra identidad nacional; detectar las mentiras en un ejercicio de combatir las tácticas comunicativo-oligárquicas en contra de la 4T; la reivindicativa incorporación de las mujeres como motor de la historia nacional; una suave patria interactiva, ciudadana, horizontal: el orgullo identitario de ser mexicanos.

Aún no se gana la batalla digital porque las plataformas obedecen al capitalismo neoliberal, habrá que construir las plataformas, las redes sociales del Segundo Piso de la 4T, eso, sin embargo, lo reflexionaré en otro artículo editorial. En gran medida, la 4T se ha vuelto inmune a fakes, posverdades, bots e infodemias. La revolución de las conciencias creó su propio muro de contención contra sofismas, mentiras, falacias. Y, sin embargo, se espera otro salto cuantitativo y cualitativo.

En las próximas semanas y meses, democratizado el Poder Judicial, la 4T tendría que plantearse arrebatar las concesiones televisivas que detenta Ricardo Salinas Pliego. Hay muchos motivos: el derecho a la información convertido en ejercicio de manipulación y hasta sedición: el Chupacabras, la complicidad en las muertes en la etapa del Covid, su provocación para armarse, sus extorsiones y chantajes públicos, la compra de ministros (Luis María Aguilar) y legisladores (Lilly Téllez). Las deudas de Salinas Pliego al pueblo de México no son solamente fiscales, existen bastantes agravios por su condición de usurero (Elektra, Banco Azteca), por ejercer violencia política de género y acosar a periodistas y perseguir judicialmente a la libertad de expresión. Y me quedo corto.

Durante el neoliberalismo, el poder político y el poder ideológico estuvieron sometidos al poder económico, al poder oligárquico. La llegada de Andrés Manuel López Obrador balanceó el desequilibrio, el poder político dejó de estar bajo los intereses del poder económico. Al paso: el poder judicial es eminentemente poder político porque el poder político se basa sustancialmente en la coacción física: policías, militares… y jueces y juzgados, la arena misma de los conflictos. Quién romantice el ejercicio del poder judicial como apolítico, se equivoca.

En el futuro cercano, después de la democratización del poder judicial, el Segundo Piso de la 4T podrá reformatear el poder ideológico para proseguir con la revolución de las conciencias. El Estado mexicano puede recuperar un segmento de televisión abierta, ya que una parte importante fue usurpada (TV Azteca y sus sucursales) por Ricardo Salinas Pliego. A Ricardo hay que quitarle su concesión, sus concesiones.

Los frentes ideológicos del Segundo Piso de la 4T deben ampliarse. Además del sistema público de radio y televisión, la revolución de las conciencias debe de contar con transmisiones abiertas a toda la población. Hay que desprivatizar, enfrentar y combatir a los medios de manipulación oligárquicos. A Ricardo Salinas Pliego no hay que conceder ni ceder nada. Para avanzar, la 4T requiere allegarse de instrumentos, vehículos de un poder ideológico fuerte, poderoso. Reventar la hegemonía oligárquica de radio y televisión. Sumar al poder político, el poder ideológico.

(José Jaime Ruiz: Escritor y periodista, es autor de los libros La cicatriz del naipe (Premio Nacional de Poesía “Ramón López Velarde”), Manual del imperfecto políticoCaldo de buitre y El mensaje de los cuervos. Fue jurado y tutor del Sistema Nacional de Creadores de la Secretaría de Cultura en la especialidad de “Poesía”. Dirige el periódico digital www.lostubos.com.)

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// José Jaime Ruiz

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Autor: stafflostubos
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