Por Obed Campos.
Para los que creen que el país cambió radicalmente en el 2018 con el aplastante triunfo de Andrés Manuel López Obrador y su partido, Morena, o Movimiento de Regeneración Nacional, habría que pedirles un poco de paciencia y esperar a que llegue el ya no tan lejano 2024.
Gente que le sabe a eso de la confección de panoramas políticos, me platican que para ese año, Morena tendría, al paso que va, al menos 16 gubernaturas, que serían la mitad de los 32 estados que componen el pacto federal mexicano.
Y se ve que en el partido que dirige Yeidckol Polevnsky no solamente arrasaría con la mitad de los estados, sino que contaría, vía las urnas, con tres de los más importantes como son Ciudad de México, Puebla y Veracruz.
¿Cómo van a lograr los “morenos” tan atrevida empresa? “Aquí te lo afirmo, van por esto con una inversión en programas sociales de más del 80 por ciento total, pero 34 por ciento efectivo en el padrón electoral…”, me comenta mi interlocutor.
Mi informante me recordó que en el 2021 están en juego 14 gubernaturas.
En el recuento de los daños (para PAN, PRI y PRD) si es que pueden estar más dañados, el PRI perdería Sinaloa, San Luis, Sonora, Tlaxcala, Zacatecas y Colima, y estos partidos quedarían bajo el control de Morena.
Además, el albiazul perdería Chihuahua, con el independiente alcalde de Ciudad Juárez, Héctor Armando Cabada Alvídrez.
Dejarían de ser albiazules también Baja California Sur y Nayarit porque ahí ganará Morena.
El PRD perderá Michoacán y será también Morena el partido triunfador.
No sin dificultad, el PRI conservaría Campeche y Guerrero, mientras que el PAN detendría Querétaro.
El politólogo aprecia que el caso Nuevo León se guisa aparte y la moneda está en el aire, con solamente una certeza: no regresa ni el PRI ni el PAN al poder, porque la apuesta está entre Movimiento Ciudadano, con Samuel García, quien va de gane y podría arrasar si se logra una alianza (dudosa) con el PAN.
Otro paisaje futuro sería una posible alianza de Tatiana Clouthier, como candidata de Morena, en alianza con el PRI, con grandes posibilidades de triunfo.
Lo que el aire a Juárez
El partido que llevó a López Obrador a la Presidencia seguirá igual de invencible, mientras no se den pruebas contundentes de actos de corrupción, porque la ineficiencia e inoperancia no se juzgan igual, por la gente, y más si se tiene un pesito más en la bolsa, vía los apoyos directos gubernamentales.
Y acá en Nuevo León, donde Morena ganó más de 700 mil votos, el pleito a golpes que involucró a varios morenistas prominentes fue disminuido por el coordinador de la bancada en el Congreso del Estado, Ramiro González, quien culpó del pleito a militantes infiltrados por el PRD, un partido casi inexistente en la entidad.