Luego de que fuera cerrado en su anterior sede y tras varios años de disputa, este miércoles se hará la reapertura del Salón de la Fama del Béisbol, cuya ceremonia de apertura se llevará a cabo en las nuevas instalaciones localizadas en el Parque Fundidora a las 11:00 de la mañana.
La sede original fueron las instalaciones de Cervecería Cuauhtémoc, donde se inauguró el diez de marzo de 1973, sin embargo, al cambiar de razón social, la nueva administración decidió cerrar las instalaciones del Salón y Museo deportivo, lo que provocó una controversia que duró varios años.
Aunque se dieron versiones de que sería llevado a una ciudad del Pacífico, específicamente Culiacán, fue gracias al Patrocinio de Alfredo Harp Helú, propietario de los Diablos Rojos, que se inició la construcción del nuevo “recinto” hace alrededor de dos años.
Harp Helú tomó el reto de construir la nueva sede para dar al inmueble y a los entronizados, un lugar digno en el cual los aficionados al béisbol de todo el país, y de fuera de México, pudieran conocer la historia del deporte y a aquellos deportistas que se convirtieron en sus pilares.
La ceremonia tendrá como invitado especial al presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, acompañado por el Gobernador del Estado, Jaime Rodríguez Calderón, así como Javier Salinas, Presidente de la Liga Mexicana, y Omar Canizales, Presidente de la Liga Mexicana del Pacífico.
El nuevo Salón de la Fama o “Recinto de los Inmortales”, ubicado en el Parque Fundidora, será sede de los más de 190 entronizados y los nuevos integrantes que sean electos próximamente, ya que mantendrá la filosofía de reconocer a los más grandes del béisbol mexicano.
El nuevo recinto está enclavado en un área de ocho mil metros cuadrados, con alrededor de 15 mil metros cuadrados de construcción, utilizando una gran cantidad de materiales de construcción y utilizando un acabado en ladrillo.
El ladrillo tiene la finalidad de dar similitud y a la vez reconocimiento, a los edificios icónicos de Monterrey, como la cervecería y la ya desaparecida Fundidora, además de que se mantendrá como su símbolo principal, “la flama de la inmortalidad”, que volverá a iluminar el camino de los “inmortales” del Béisbol Mexicano.