Un tribunal estadounidense emitió una orden para capturar el petrolero iraní Grace 1, recién liberado de Gibraltar, la cual señala que será confiscada la embarcación, el petróleo que transporta y una suma de 995 mil dólares, informó este día el Departamento de Justicia de Estados Unidos.
La solicitud fue dada a conocer luego de que Washington advirtió sobre prohibiciones de visa y entrada al país para la tripulación del buque, así como repercusiones para los que trabajen con los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica iraní (CGRI), calificados por Estados Unidos como terroristas.
La decisión obedece a “violaciones” del Acta de Poderes Económicos por Emergencia Internacional (IEEPA, por sus siglas en inglés), según las cuales Irán habría utilizado de forma ilegal el sistema bancario estadunidense para realizar “envíos ilícitos” de petróleo a Siria, destinados a apoyar a los CGRI.
La IEEPA es una ley federal adoptada en 1977 que autoriza regular el comercio tras declarar una emergencia nacional, en respuesta a “cualquier amenaza inusual y extraordinaria a Estados Unidos que tenga origen extranjero”.
El comunicado puntualizó que el supuesto esquema de fraude fue puesto en marcha a través de “engañosos viajes del Grace 1”, e involucra a “múltiples partes afiliadas al CGRI”. “Una red de compañías de fachada supuestamente lavó millones de dólares en apoyo de tales envíos”.
El pasado 4 de julio el Grace 1, de bandera panameña, fue detenido en aguas del estrecho de Gibraltar, en el sur de la península Ibérica, por infantes de Marina británicos y la Policía de Gibraltar.
Fue acusado de transportar crudo a Siria y violar de esta forma las sanciones de la Unión Europea a Damasco, algo que las autoridades iraníes negaron de forma rotunda.
El buque cisterna fue liberado este jueves luego de que las autoridades del territorio de ultramar británico afirmaron disponer de las “garantías escritas formales” de las autoridades de Irán, de que el petrolero no descargaría en Siria.
También este jueves fueron liberados el capitán y tres tripulantes del petrolero iraní. La embarcación aún no abandona las aguas de Gibraltar, pero el primer ministro de este territorio, Fabian Picardo, afirmó que saldrá “tan pronto como organice la logística necesaria”.