Por Obed Campos.
Acá en Nuevo León amaneció lloviendo. No muy duro, como se espera que ocurra más tarde en cuanto el Huracán Fernand llegue, pero sí constante, lo que es, dentro del peligro que trae consigo la tormenta, una bendición para estas secas tierras.
Las clases se suspendieron a todos los niveles y como digo, la esperanza está en que llegue el agua a llenar las secas presas de la región.
Y sin embargo, la atención de los nuevoleoneses se encuentra en otra parte, porque todos miramos azorados la novela por entregas en que se ha convertido el escándalo de las “broncofirmas”, por las acusaciones en contra del gobernador Jaime Rodríguez Calderón, El Bronco, y el secretario de Gobierno, Manuel González Flores, de haber distraído personal y recursos estatales para la recaudación de firmas a favor de El Bronco en su fallida campaña presidencial.
A las voces locales que reprueban estos hechos, se unieron las condenas desde el Senado de la República, luego de que a instancias del joven senador Samuel García presentara un punto de acuerdo aprobado por todos los grupos parlamentarios para discutir de urgente y obvia resolución, y lanzar un exhorto al Congreso de Nuevo León para que sancione a Jaime y a Manuel González por el desvío de recursos públicos a su campaña electoral del año pasado.
Lo que más llamó la atención es que, rivales de Samuel, como lo es el Senador panista Víctor Fuentes, se unieran a la causa. Fuentes “invitó” a Rodríguez Calderón a renunciar a la Gubernatura a más tardar el 30 de septiembre, y a mostrar altura y aceptar el fracaso de su administración.
Y se unieron a la petición el Senador de Morena, Germán Martínez quien calificó a El Bronco, como “fraude postelectoral” y la Senadora del Partido del Trabajo, Alejandra León, quien enfatizó: “hay que decir ya basta a todos estos gobernadores corruptos que están en el poder y los que están por entrar al poder, como Jaime Bonilla”.
Son muy negros, pero benditos los nubarrones que se ciernen esta mañana sobre el estado, por aquello de que nos traen las benditas aguas.
Otros nubarrones no son tan bienvenidos, sobre todo sobre el Palacio de Gobierno también llamado Palacio de Cantera.
SOSPECHOSISTAS
La semana pasada ocurrió el robo de 850 mil pesos que fueron sustraídos de la
camioneta que maneja el principal asistente de la Secretaria de Educación en
NL, María de los Ángeles Errisúriz Alarcón.
El delito se registró el martes 27 de agosto, a las 9:10 horas, cuando Gerardo Alejandro Leyva, de 39 años, llegó al estacionamiento de una sucursal del Banco Santander, de avenida Gonzalitos cruz con Acapulco y bajó unos minutos de la Mazda CX5, que, como dijo en la denuncia, él conducía.
Al regresar al vehículo notó que le habían robado el maletín donde llevaba los 850 mil pesos, y una computadora portátil.
Así lo consignó una nota de el periódico El Norte, la cual omitió informar que la camioneta es propiedad de la Secretaria de Educación y que Leyva es de sus principales ayudantes.
Nadie le ha preguntado a la funcionaria para qué, y de dónde salió tanto dinero en efectivo, el cual no se iba a depositar, porque se quedó en el vehículo de donde fue sustraído.
No vayan a salir ahora con que la lana, la camioneta y la computadora, que la nota valúa en unos 35 mil pesos, son propiedad del chofer.