Por Obed Campos.
De poco o de nada les ha servido a los municipios “satélites”, esos que no están contemplados dentro del área metropolitana de Monterrey y sus beneficios, la cercanía con la capital del estado.
Ni política ni económicamente, tantos municipios se llevan algún beneficio, y siguen siendo manejados como ranchos grandes por los alcaldes, que se comportan como verdaderos sátrapas.
Dos casos saltan a la vista, el del municipio de Pesquería, Nuevo León, cuyo alcalde fifí, por citar a los clásicos, Miguel Ángel Lozano, se la pasa de viaje en viaje, generalmente a Las Vegas.
Los que saben dicen que la verdadera casa no se encuentra en el municipio, sino en San Pedro Garza García, así que olvídese de los beneficios sociales que podría traer tener instalada a una planta como la automotriz Kia en tierras del otrora pueblito.
A los vecinos no les llega nada de ese beneficio, tan cacareado…
La otra muestra es la del panista Gonzalo Elizondo Lira, alcalde de Salinas Victoria, Nuevo León, a quien, hartos de no tener servicio de limpia, los vecinos fueron y le dejaron sendas bolsas de basura a las puertas del palacio municipal.
De nada sirve que en Salinas Victoria esté instalado “el mejor puerto interior en México. Interpuerto Monterrey cuenta con parque industrial de 1,433 hectáreas, conectividad de vía férrea, aduana y recinto fiscalizado estratégico con una infraestructura de clase mundial. Punto estratégico para el comercio, logística y actividades de manufactura en Norte América”, como reza en la página de Internet del Interpuerto, porque Salinas Victoria sigue siendo administrado como un ejido… de los años cuarenta.