Por Francisco Tijerina.
“Es por el hombre que hay valores en el mundo”
Jean Paul Sartre.
A finales de la década de los 70’s, en el sexenio de don Alfonso Martínez Domínguez, el ex rector de la UANL, Luis Eugenio Todd, fue nombrado Director de los Servicios de Salud en el Estado, y en ese carácter presidió una especie de “audiencia pública” en el auditorio del Centro de Salud # 1, que estaba ubicado en Pino Suárez, entre Juan Ignacio Ramón y Matamoros.
En esa ocasión, una de las personas pidió la palabra para solicitar algo absolutamente fuera de lugar y Todd, lejos de molestarse, nos brindó a todos una clase de política y conciencia social que jamás he olvidado.
“El problema –dijo el doctor– es que en nuestro tiempo tenemos invertida la escala de valores y le damos prioridad a cosas menos importantes”.
La anécdota de hace 40 años viene a cuento por la propuesta con la que la diputada Claudia Tapia se estrenó como única integrante de su propia fracción legislativa, la de “Morena 4T”, al solicitar se les dé categoría de “seres sintientes” a los animales y que estos sean inembargables.
Comparto con Claudia su pasión por defender y cuidar de los animales y en algunas cosas tenemos puntos de vista diametralmente opuestos, a pesar de lo cual mantenemos una relación respetuosa y cordial.
Lo que no me parece correcto en esta ocasión es que, habiendo mil y un cosas mucho más importantes y sobre todo urgentes, el tiempo y trabajo de los integrantes de la Legislatura local se invierta en cuestiones tan superfluas como la que presentó Tapia.
Niños, jóvenes, mujeres, empleo, salud, educación, oportunidades, desarrollo, impulso a Pymes, seguridad, deporte, movilidad, transporte, son sólo algunos de los temas relevantes que siguen esperando en nuestra agenda, pero para Claudia Tapia es fundamental que se les considere “sintientes” a los animales.
Me parece que los que deberíamos actuar como “sintientes” y bastante más coherentes, somos los humanos.
