El gobernador Jaime Rodríguez Calderón aseguró que el cierre del Penal del Topo Chico le ha acarreado múltiples amenazas del Crimen Organizado. Durante su mensaje en la ceremonia de clausura del centro penitenciario, el mandatario estatal admitió que, desde que decidió cerrar el inmueble, recibe mensajes de texto “no agradables”.
Dijo que ahora, a diferencia de meses atrás, ya no podría ir al cine ni exponerse en lugares públicos, pues se pondría en riesgo a sí mismo y a la gente que lo acompaña. Aseguró que “muchos” están molestos por esta acción, pues vienen a repercutir en las finanzas de las células delictivas que ahí operaban.
“Yo no puedo ir al cine porque a lo mejor alguien está enojado conmigo. Ustedes sí pueden ir al cine. Yo no puedo ir ya a muchos lugares porque arriesgo a los que van conmigo porque tomé esta decisión (de cerrar el Penal)”.
“Sé que a muchos les va a molestar, y sé que a muchos les está molestando. Recibo muchos mensajes, muchos no agradables, que no los digo para no preocupar a nadie, pero todos los días, a cada rato, porque tomé esta decisión”.
Rodríguez Calderón reconoció que el tema de violencia y maldad en la entidad y en todo el país es muy complicado, y el camino para reformar el Sistema Penitenciario no será fácil. Sin embargo, resaltó, hoy se puede decir que ya no hay más “autogobierno” en los penales, y el Estado tiene el control de los tres restantes.
“El tema de violencia y maldad es muy complicado… Le quitamos a la delincuencia organizada una gran cantidad de ingresos, millones de pesos, y eso no es sencillo. Por eso los gobernantes decían: que lo haga el que sigue. Lo hice pensando en que aquí seguiré viviendo, en que aquí mis hijos van a crecer”.