Es muy importante hoy en día la diplomacia, el saber cómo nos ven desde el exterior, así como percatarse que somos una nación digna de políticas exteriores que coadyuvan a la gobernanza y a las buenas relaciones con el mundo, trascendiendo y colaborando conjuntamente en muchos aspectos, ya sea culturales, económicos, académicos, profesionales, turismo, entre otros.
Estamos convencidos que México siempre ha optado por la buena relación y aportación internacional, siempre orgullosos de nuestro país, enalteciendo las bondades que tenemos y que son mucho más que las deficiencias, pero sobre todo la buena voluntad de poder colaborar con diversas naciones con tres aspectos principales: respeto, carácter y colaboración.
Es entonces que en el ánimo de la buena relación entre las representaciones diplomáticas, el ejecutivo federal, estatal y la cancillería, deben estar en una línea común para poder potencializar a nuestro país, así como a los propios gobernadores y sus estados que representan, ya que como sabemos, la cultura, gastronomía, costumbres, dialectos, próceres, modismos, música, etc. son distintos en el norte, como en el centro o sur de nuestro país, pero todos con una visión integral de estado, la responsabilidad de todos los Gobiernos salvaguardando dos aspectos primordiales, los derechos humanos y la democracia.
Como es bien sabido, nuestra nación es un referente inmediato cuando hablamos del continente americano, lo que sin duda hace necesario definir posiciones en problemáticas internacionales, pero siempre con el respeto y soberanía de cada nación, recordando que nuestra misma ubicación geográfica motivó a tener una diplomacia de protección, derivada de ser vecinos de una nación con ambiciones expansionistas, por lo que durante mucho tiempo una de las políticas que se protegieron firmemente era la de no intervención.
Otro ejemplo que tenemos en la historia de la diplomacia mexicana, fueron la intervenciones del siglo XIX, donde Francia, Inglaterra y España vieron propicio y oportuno establecer una cabeza de playa para interponerse en la Guerra Civil de EU, favoreciendo el sur e imponiendo a Maximiliano de Habsburgo como emperador de México, o en la época revolucionaria cuando perseguía el general John Pershing a Pacho Villa, o cuando quisieron remover a Madero por parte de el embajador Henry Lane Wilson, entre otras, por lo que sin duda nuestra posición nos obligó desde un principio a poner manos a la obra en este tema, derivado de las diversas intervenciones que sufrimos en el transcurso del tiempo.
En el caso de EU, poco a poco México fue relajándose con el principio de no intervención, cuando nos vimos en la necesidad de injerirse en los asuntos internos de ese país, para favorecer a los intereses del nuestro, dando paso así al TLC de América del Norte.
Por lo que a partir de esa época nuestro país, adquiere una visión totalmente diferente a la no intervención, adoptando en su totalidad la vía a favor de los derechos humanos y la ética en todas las relaciones internacionales, convencidos que la diplomacia mexicana siempre se cimentará fuera de la violencia y en su caso, la situación más cruel y dolorosa, de la guerra, por lo que constantemente se buscará la defensa del interés internacional, la cooperación entre países y la resolución de conflictos.
Estamos convencidos que la cooperación internacional es un mecanismo o acción eficaz que existe hoy en día para lograr todas las necesidades de política exterior que precisa México, y en su caso, los propios estados de la república, que pueden ser grandes aliados en temas específicos como cultura, educación, turismo, así como convenios o intercambios que puedan beneficiar a ambas regiones.
Estoy seguro que cada estado de la república tiene sus propias virtudes, costumbres y tradiciones en todos lo ámbitos, por lo que además de buscar relaciones a nivel nación, también se busca relaciones muy específicas, ya que tenemos todo para poder relacionarnos con diversos países representando a México a través de algún estado, lo que ayuda de manera directa a empujar el turismo y capacidad de todos y cada unos de los integrantes de la federación.
Tal es caso de mi estado, Nuevo León, que siempre buscando impulsar la economía en el exterior, en el mes de agosto fuimos informados en la Representación del Gobierno del Estado en la Ciudad de México, por la Secretaría de Relaciones Exteriores, que la Princesa Astrid de Bélgica vendría a México y que independientemente de la visita con el titular del Ejecutivo Federal, pretendía visitar otra entidad. Previo a la visita hubo reuniones con personal de la SRE, donde se realizó un expediente de Nuevo León, para poder presentarlo a los funcionarios belgas dentro del paquete de expedientes de varias entidades propuestas, resultando que la Princesa optó por Nuevo León sobre todos los Estados, lo que sin duda demuestra que en política exterior nuestro estado es potencia natural para cualquier tipo de colaboración.
Es así que el pasado 22 de febrero del año en curso, el gobernador Jaime Rodríguez Calderón, sostuvo una reunión con su Alteza Real la Princesa Astrid de Bélgica, fortaleciendo los lazos de amistad y comerciales entre ambos pueblos. Dicha reunión, se realizó en el Palacio de Gobierno, donde la princesa llegó acompañada por una delegación de más de 100 empresarios de su país, teniendo por objetivo estrechar áreas de colaboración para el comercio y la inversión.
Un dato muy importante fue que la princesa de Bélgica está muy interesada en Nuevo León, para efectos de promover comercio e inversión, principalmente en las áreas de tecnologías para la salud, desarrollo portuario, infraestructura, así como desarrollo sustentable y alimentos, por su parte, el Gobernador resaltó a la entidad como líder en la industria y manufactura, destacando en relación a la inversión directa extranjera; asimismo, dio a conocer que Nuevo León pretende enviar una delegación a Bélgica, para recibir capacitación en metería de estrategias y planes para mejorar el medio ambiente.
Por el lado de la gran comitiva que acompañó a la princesa, los empresarios informaron que el objetivo principal de la visita era identificar áreas de colaboración y oportunidades para el comercio y la inversión.
Cabe mencionar que además de reunirse con funcionarios del estado, la Princesa también se reunió con el presidente Andrés Manuel López Obrador en la Ciudad de México.
Para entender un poco más esta transcendental reunión, es importante mencionar que la princesa Astrid, es la segunda hija del Rey Alberto II y la Reina Paola, el 22 de septiembre de 1984, se casó en Bruselas con Lorenz archiduque de Austria-Este, quien se convirtió en príncipe de Bélgica en 1995.
Su Alteza es conocida por su preocupación por las personas que se han convertido en ciudadanos marginales por diferentes circunstancias y apoya iniciativas que ofrecen asistencia a quienes necesitan ayuda, en particular, a madres solteras y a personas que carecen de educación y habilidades. Como directora honoraria de la fundación médica Queen Elisabeth Medical Foundation y las fundaciones Científicas y Médicas de la Fundación King Baudouin, la princesa Astrid apoya la investigación clínica y básica. Se unió a las Fuerzas Armadas belgas el 22 de mayo de 1997 y es coronel de la Unidad Médica.
Es entonces que esta visita es sin duda de gran aportación para ambas regiones, por un lado una princesa con una gran labor altruista y por el otro un estado con los brazos abiertos a la diplomacia y listo para poder consensuar lazos de amistad, de colaboración e intercambio comercial, cultural, económico y social, y no sólo con Bélgica, sino con cualquier nación que comparta sus aspectos principales, la colaboración, la inversión y el respeto a la soberanía, es entonces que concluyo escribiendo que “la realidad de Nuevo León supera a la ficción… por eso la elección de la princesa”.