Tanto la capital boliviana como la ciudad de Cochabamba empiezan a carecer de hidrocarburos y productos varios, debido a los bloqueos que lleva cabo el Movimiento al Socialismo, que busca retornar a Evo Morales al gobierno de Bolivia. Aunque las autoridades han contenido el avance de las seis federaciones indígenas cocaleras de esa región, con un saldo de siete muertos, 115 heridos y 200 arrestos en el enfrentamiento del puente Huayllani, cerca de Sacaba, no han podido evitar que los simpatizantes del expresidente establezcan al menos cinco bloqueos alrededor de Cochabamba.
Esta ciudad es un importante bastión de los seguidores de Evo Morales, está en el centro del país en las montañas, y en medio entre la capital boliviana y Santa Cruz de la Sierra. Pese a las muertes de los cocaleros y la contención que lograron el Ejército y la Policía Nacional, que evitaron en el puente Huayllani la entrada a Cochabamba de los simpatizantes de Evo, los caminos cerrados impiden el tráfico de productos y pertrechos para esta ciudad. Lo mismo está ocurriendo con la capital boliviana, La Paz, y la ciudad en sus suburbios, El Alto, donde la falta de hidrocarburos empieza a afectar a la gente. Por ello la batalla del puente Huayllani fue tan importante para una parte y otra.
El ministro del gobierno transitorio Arturo Murillo dijo que en la batalla del puente recibieron disparos de armas de fuego, incautaron bazucas artesanales, granadas, lanzagranadas y fusiles 7.62. También señaló que hay radiodifusoras de la región cocalera en los alrededores de Cochabamba, que están arengando a la población a manifestarse violentamente.