Por Obed Campos
La prepotente detención de un vendedor de papas fritas a quien en los municipios de San Pedro, de Santa Catarina y García conocen como “El Padrino”, causó indignación en las redes sociales este fin de semana.
Policías de San Pedro, el municipio que gobierna el imberbe alcalde independiente Miguel Treviño, lo detuvieron, precisamente por eso, por atreverse a ofrecer su mercancía, con lo cual consigue su sustento diario, en las sagradas calles sampetrinas.
Olvídese usted de las actitudes fascistas de petatiux, que en San Pedro son ley, porque a los pobres no los quieren ver, más que cuando les hacen de comer, les cambian los pañales a los niños o les practican operaciones de plomería.
Pero que un pobre se atreva a vender en la vía pública… Olvídese. Menos a mendigar…
Los únicos que tienen patente de corso en San Pedro, y esto está comprobado, son los delincuentes.
Sí, delincuentes de la delincuencia organizada, quienes, por ejemplo, han hecho del robo de costosos relojes Rolex, su modo de vida.
La banda especializada en el violento robo de estos costosos aparatos ya mero llega a los 20 asaltos a mano armada.
Y esos no venden papitas fritas en las esquinas.
Como tampoco venden frituras los narcos que operan a sus anchas en todo el municipio, que se convierte en zona de fiesta desde el jueves hasta el domingo.
¿Por qué no vemos casos de narcos detenidos por los policías de San Pedro? Ah, porque donde aprieta no chorrea.