Por Jorge Narváez.
Por fortuna de Rayados, pudieron cumplir con el mínimo objetivo en el Mundial de Clubes: el tercer lugar. Y lo hicieron previo a la Final de Liga, lo que va a generar que lleguen con un buen estado anímico.
El cuadro alterno pudo sacar el resultado y satisfacer a la afición que fue a Qatar con mucho ánimo turístico, pero con poca esperanza de llegar hasta la Final. Por fortuna, desquitaron el viaje y el sueño acabó tipo “Cruzazuleada”.
En días previos al juego, para definir al tercer y cuarto lugar de la competencia internacional, varios jugadores titulares regresaron al País para tener unos cuantos días de adaptación al horario y estar preparados para el Juego de Ida ante el América.
Fue una decisión sensata y obvia, pues no había mucha necesidad de dejar a todo el plantel para buscar un tercer lugar. Pero el panorama pudo haber cambiado en una anhelada Final.
Ahora Rayados tiene mucho para sumar la quinta estrella ante un rival que ha tenido sus bajas al igual que los regios.
Es un duelo difícil como para tener un favorito, aunque pudiera ser que los del Monterrey lleven la delantera por su participación en Qatar. Sin embargo, ese ánimo puede ser un arma de doble filo, porque regresan alzados de jugarle “al tú por tú” al Liverpool, y mucho se habló del problema en que los metieron, y la confianza los puede traicionar.
Pero el otro lado de la moneda nos muestra que el equipo está verdaderamente consolidado. Las promesas como Charly Rodríguez, Stefan Medina, Funes Mori, Dorlan Pabón, son los elementos que tienen en este momento al Monterrey con altas posibilidades del título.
Pero sabemos que todo puede derrumbarse con un solo cambio que mande Antonio Mohamed a la cancha: Miguel Layún.
Fotografía: @Rayados
