Por Jorge Narváez.
Ya ha pasado la euforia del campeonato de Rayados, festejaron, celebraron, presumieron ¡y hasta de más! Ahora, nuevamente comenzará un torneo. Hay nuevas oportunidades y nuevas ilusiones de la afición que quiere ver a su equipo campeón.
Fue un semestre atípico por dos razones. La primera: un torneo con 19 equipos, donde no se tenía acostumbrada a la afición a ese formato. La segunda razón fue la desafiliación del Veracruz, que provocó muchas críticas a propios y a terceros (a los Tigres no les gusta este recuerdo).
Muchos estarán de acuerdo en que las primeras jornadas no son tan apasionantes y generan poco interés. La mayor atención se centra a partir de la sexta o séptima fechas, donde los puntos ya son considerables y se puede detectar claramente qué equipos están enrachados.
Pero lo emocionante del torneo no llega con el inicio. Si fuese así, la misma Liga abriría el telón con algún clásico, pero ellos saben que el mayor consumo de fútbol es cerca de la mitad del semestre.
Los retos para este nuevo torneo será la continuidad de equipos como el Necaxa, Juárez, San Luis, que, si bien no destacaron, (con excepción de los Rayos), no hicieron un mal papel.
Es además un torneo de compromisos fuertes, porque Rayados y América están obligados en seguir demostrando su buen fútbol, y como los finalistas del torneo pasado, se convirtieron automáticamente en los rivales a vencer.
El siguiente fin de semana veremos las escasas nuevas caras en los equipos. Los clubes reforzaron su plantilla con pocos jugadores. El grueso de los movimientos y los fichajes “bomba” se anuncian en el verano.
Por lo pronto inicia el año futbolístico en calma, sin emociones fuertes todavía, si acaso con las especulaciones y expectativas de la afición que se atreve a olvidar un poco la “cuesta de enero” y se pone pensar en el inicio del torneo, antes de que Trump vuelva atacar a Irak y se esfumen las posibilidades de Cruz Azul ser campeón.
Fotografía: Mexsport/ ONCEdiario