Por Jorge Narváez.
La afición de Club Tigres está preocupada. Los apenas dos partidos del Clausura 2020 han activado las alarmas en los seguidores del equipo al ver que Ricardo Ferretti ya se “cicló” y los rivales ya le encontraron el modo para no verse superados en goles.
Un comunicado de un sector de la afición reveló que ningún resultado negativo será determinante para abandonar al equipo. La intención del mensaje es decir a los asistentes que tienen abono, y a los que compran su boleto cada 15 días, que sigan acudiendo al estadio, que sigan consumiendo su futbol, que sigan consumiendo cerveza, alimentos, jerseys, souvenirs, entre otros.
Ese comunicado revela una preocupación de verse como la afición de Rayados. Y peor aún: además de la afición, también la directiva está sacando el “Plan B”, porque ya ni las conferencias de prensa se llenan con representantes de los medios de comunicación.
Es evidente que los directivos están poco alarmados. Estuvieron tan acostumbrados a su afición que ahora, con los resultados del equipo, la afición los puso a trabajar (a madias, claro) buscando alternativas para mantenerlos como espectadores. Y se nota ese trabajo “genial” y exhaustivo, ya que, por ahora, su estrategia es retar la fidelidad de los hinchas al equipo.
Claro está que ganando un par de juegos la situación volverá a su normalidad. Es por eso que los altos mandos de Tigres siguen muy confiados en revertir la situación sin esfuerzo, “sin querer, queriendo”, sobre todo sin reconocer su error y, al contrario, mandando a sus jugadores a declarar que están fuertes para salir de abismo.
Si la afición se va, también los patrocinadores dejan de comprar publicidad, por lo tanto, los recursos se reducen y se pone en riesgo la autosuficiencia del club. El equipo ya deja de ser mencionado como el mejor equipo y eso repercute en la popularidad de la institución.
Este último punto les pesa especialmente a los directivos felinos: ver que su popularidad se está esfumando. Lo peor, para ellos, es que esa popularidad se está yendo con el rival de la afición. Pero es lógico, Rayados es el último campeón de la Liga Mx y el más reciente equipo mexicano que participa en un torneo internacional.
El plan de Tigres para internacionalizarse se está derrumbando por los malos resultados, por no llegar a otra final, por perder la oportunidad de jugar más allá de México. Ojalá que la soberbia no los ciegue para entender que la cima es un lugar poco frecuentado, y que muchas veces hay que verla abajo. Lo importantes es saber cómo mantenerse y no desesperarse.
Fotografía: Mexsport/ ONCEdiario