En México aún existen grandes brechas de acceso a la inclusión financiera, mismas que se traducen en las polaridades entre clases sociales, desarrollo económico del centro-norte contra el sur, así como por género.
Arturo Herrera Gutiérrez, secretario de Hacienda y Crédito Público, expresó que esto se traduce en un menor acceso de las personas más pobres a un crédito bancario o de las poblaciones indígenas a los servicios financieros.
Durante la inauguración del programa de la Política Nacional de Inclusión Financiera (PNIF), el funcionario federal comentó que cuando no se cuenta con una educación e inclusión financiera adecuadas, grandes sectores de la población quedan aislados de ciertos servicios financieros.
De ahí que se incluyera en el PNIF a la Secretaría de Educación Pública (SEP), a fin de tener a más ciudadanos educados en materia de educación financiera y por ello, en los programas escolares se implementarán materias de ese rubro en el próximo ciclo escolar.
A su vez, el secretario de Educación Pública, Esteban Moctezuma Barragán, destacó que la inclusión financiera es un elemento fundamental para el desarrollo, por lo que se debe promover en cerrar las brechas.
Por ello se debe educar para la vida, al enseñarle a los estudiantes sobre las existencia de productos que les ayudan a tener una mejor vida económica.
De ahí que esto se dé a través de la educación financiera. Citó cifras del Banco Mundial (BM) donde 75 por ciento de las personas que viven en condiciones de pobreza en el mundo no tienen una cuenta bancaria.
Por ello, dijo, en el país hay condiciones para fomentar la educación financiera, pues de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), cuatro de cada 10 personas mayores de 18 años tienen una cuenta bancaria.
Pero, añadió, de los que no la tienen, 35 por ciento dijo que no cuentan con una por desconfianza y eso, sostuvo, son las cuestiones a analizar para superarlas.
En su oportunidad, Alejandro Díaz de León, gobernador del Banco de México (Banxico) comentó que los dos pilares de la inclusión financiera que se retroalimentan son ampliar el acceso a los servicios financieros formales y brindar las herramientas básicas de conocimiento para aprovechar ese acceso.
«Un individuo con acceso al sistema financiero y herramientas para utilizarlo puede afrontar de mejor manera un evento inesperado, obtener condiciones de financiamiento más adecuadas para su actividad productiva, entre otras», detalló.
El objetivo principal del sistema financiero es intermediar y canalizar los recursos financieros hacia los proyectos más productivos, por lo que una mayor inclusión, favorece el mejor uso de los recursos de la economía, enfatizó el funcionario federal.
Por ello, desde el punto de vista del Banco Central, esta política de inclusión financiera tiene importantes aciertos, pues pone al usuario en el centro y plantea una amplia coordinación entre la autoridad y el sector privado en este rubro, dijo.
Díaz de León comentó que desde el Banxico, por el lado de la inclusión financiera, se ha buscado mejorar la competencia, transparencia y la protección al consumidor, a fin de propiciar la mayor diversificación de productos con los menores costos posibles.
Por lo que entre las principales acciones aplicadas por el Banxico están el establecimiento de cuentas básicas de depósito de nómina sin comisión, la difusión por diversos medios de información comparativa de comisiones y costos de productos financieros de los diversos intermediarios y una mayor movilidad para que los usuarios puedan cambiar de institución en cuanto a sus cuentas de nómina y créditos.
El PNIF presenta el diagnóstico, objetivos y estrategias para impulsar la inclusión y las estrategias económico-financieras de los mexicanos, así como la protección al usuario de productos y servicios financieros en México, comentó Silvia Singer, directora del Museo Interactivo de Economía (MIDE).
