Las protestas violentas en la ciudad capital de India de las últimas semanas han saturado los campamentos de auxilio ubicados en toda la ciudad, denunciaron organizaciones no gubernamentales (ONG).
La cadena de noticias CBC News publicó una investigación donde un voluntario de la organización humanitaria Khalsa Aid llamado Gurpreet Singh informó que miles de personas quedaron en la calle tras las protestas contra y a favor de la ley de ciudadanía.
«Ellos han perdido acceso a electricidad. Han perdido acceso a servicios básicos. Han perdido el acceso a sus hogares», comentó el miembro de la organización humanitaria y añadió que han visto a decenas de personas que han perdido a sus padres o a sus hijos.
Desde el 23 de febrero, la reunión entre el primer ministro de India, Narendra Modi y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, así como la aprobación de la ley que promueve la discriminación de la población musulmana, desataron una serie de protestas que culminaron en hechos violentos.
Durante al menos tres días, dichos acontecimientos dejaron un saldo de 50 personas muertas y 200 heridos, esto, sin contar el gran número de escuelas, mezquitas, hogares y negocios que fueron destruidos por las masas incitadas a la violencia como consecuencia de la legislación mencionada.
El ministro del Interior, Amit Shah, comentó al parlamento de India durante la semana que el gobierno no tendrá clemencia por quienes hayan participado en la escalada de violencia, más allá de su religión o inclinación política. Shah también denunció que lo ocurrido fue producto de una «conspiración planificada previamente».
Mientras se esclarecen los hechos y se resuelve el conflicto político ocasionado por esta nueva ley, los grupos de apoyo y ONG continúan estableciendo campamentos de auxilio para quienes han perdido su patrimonio en las últimas semanas.