“La obra maestra de la injusticia es parecer justo sin serlo”
Platón
Convertidos en fiscales y jueces, desde el sagrado e impoluto púlpito de sus organizaciones o puestos, resulta sencillo acusar, calificar y sentenciar a la autoridad en diversos temas, el transporte por ejemplo, pero lo cierto es que quienes hoy exigen resultados no toman en cuenta todos los factores o bien, esconden lo que ellos mismos no han hecho en años.
“Exigimos resultados” dice el Consejo Cívico en un comunicado, pero muy convenientemente no se inclina hacia ninguna de las partes, de manera que la “exigencia” termina siendo un mensaje político para golpear al Bronco. ¿Cuál sería la solución según el Ccinlac? ¿Aumentar o no aumentar la tarifa?
Igual sucede en el perverso juego de algunos diputados que públicamente se manifiestan por exigir que no suba el precio del pasaje, pero por lo bajo y en reuniones motivan a los transportistas a pedir el aumento. Buscan lo mismo, raja política.
Jaime Rodríguez de lo único que es culpable es de, hace tiempo, haber declarado que era necesario incrementar el precio de las tarifas; después, con más espacio e información llegó a la conclusión de que no era así y como transportistas y gobierno no ceden, estamos en una encrucijada.
Tienen razón también, son muchos años sin aumento, son más recorridos, es más tráfico con mayor desgaste para las unidades, en un mercado que no fija sus precios en la oferta y la demanda, sino que tiene un precio controlado por la autoridad y un montón de reglas y vericuetos.
La injusticia está en que esas mismas voces de organizaciones, diputados, alcaldes y partidos políticos, no habían dicho nada en el pasado y muchos de ellos, convenientemente, sólo se dedicaron a “patear el bote” posponiendo y alargando el problema; ahora resulta que lo que no arreglaron antes es culpa del actual gobierno. ¡Bonita cosa!
Sería ideal el que todos los actores, incluidos los eternos opinadores, pusieran su granito de arena en una solución práctica que proteja a los usuarios, sí, pero que también cuide a los prestadores y, lo más importante, que en lugar de pegar brincos y saltos por la tarifa, dedicasen sus sesudos análisis y esfuerzos a encontrar soluciones de fondo viables (repito el viables), prácticas y de corto plazo.
No vengan con cuentos, Jaime no tiene la culpa de lo que no se hizo desde muchos años antes de que él llegase al poder.