Por Eduardo Campos Sémeno
Diario del Coronavirus 007. 22 de marzo de 2020
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9:30 PM
Los famosos “talk shows” nocturnos de Estados Unidos como el clásico “The Tonight Show” y similares, se dejaron de transmitir desde la semana pasada. Unos se hacen en la ciudad de Nueva York y otros se transmiten desde Los Ángeles, pero a todos los mandaron a sus casas por cuestión del coronavirus.
Aunque no tengo el sistema para verlos en la televisión, uno de los programas que sigo por YouTube es Jimmy Kimmel Live! que pasa por la cadena ABC y se graba de lunes a viernes en el mero corazón de Hollywood Boulevard, ahí por el Chinese Theatre, o sea en un sector obligado para los turistas que visitan Los Ángeles.
Pues durante la primera semana del encierro, Kimmel ha estado transmitiendo mini-programas o segmentos de unos 12 minutos que él hace desde su casa, con invitados y hasta números musicales que él contacta por internet, con amigos famosos que de antemano preparan teléfonos para responderle y transmitir video.
El coronavirus nos tendrá encerrados, pero nunca derrotados o desanimados. ¡Que no pare la creatividad!
El caso es que viendo ese y otros ejemplos de transmisión y conectividad en vivo, me he puesto el reto de aprender cómo se hace eso del “streaming” y el contacto y grabación con sistemas como Skype, Zoom, o Facetime, con el ánimo de que este encierro por el coronavirus me deje cuando menos otra habilidad que me sirva como comunicador.
Creo que no estaría nada mal que cada uno de nosotros, sobre todo quienes tenemos la oportunidad de estar más celosamente “guardados”, nos pusiéramos igual alguna tarea o estudio que se pueda practicar en las horas de encierro, para tener algo positivo y productivo que demostrar como consecuencia del coronavirus.
Avanzar en el aprendizaje de ajedrez, ensayar un par de canciones en piano o guitarra, practicar el inglés o cualquier otra lengua extranjera, pintar desde un cuadro hasta una casa, dominar el uso de un programa o app, etc., etc. Tanta y tantas cosas que se pueden hacer durante el aislamiento social.
De hecho, se me está ocurriendo que por años he querido aprender a jugar ajedrez, por aquí tengo uno de esos tableros de aprendizaje, así es que lo voy a sacar y lo combino con mi investigación y práctica sobre el “streaming” y las videoconferencias.
Tal vez un día no muy lejano, les avise que ya estoy listo para llamarles en vivo y a todo color, en un “streaming” tipo profesional, para echarnos una partida de ajedrez de manera virtual.
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