Por Obed Campos
En una de tantas indignas posiciones que ocupa Nuevo León en muchos rubros, salta una que debería de darnos vergüenza a todos: Cada hora más de 10 mujeres solicitan ayuda por ser victima de violencia en el estado.
Es decir, que la violencia en contra de las féminas no se ha acabado y no parece ceder, a pesar de los esfuerzos de Martha Cecilia Reyes, y su equipo del Instituto Estatal de la Mujer.
Nada más en los primeros 2 meses de este 2020, se registraron 15 mil 464 llamadas de auxilio de parte de mujeres que denunciaron ser víctimas de algún delito o agresión.
Esto se traduce en que al menos 228 mujeres llamaron a diario, lo que se reduce a 10.73 llamados por cada hora del año 2020.
Además el estado de Nuevo León se ubicó, tras el paso de enero y febrero de este año, como el vergonzante primer lugar nacional en llamadas de emergencia por abuso sexual, también de acuerdo al Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (Sesnsp).
Pero ahí no acaba la película, porque los nuevoleoneses ocupamos el segundo lugar por violencia de pareja, por violencia familiar y por violaciones, así como el quinto lugar en solicitudes de auxilio por acoso u hostigamiento sexual.
En cuanto a las llamadas de auxilio relacionadas con incidentes de abuso sexual, el estado ocupó el primer lugar con 148.
En tanto que por violencia familiar, el número es estratosférico, porque terminó el periodo como segundo en el país con 11 mil 354.
También ocupamos el nada honroso segundo lugar en llamados por violencia de pareja con 3 mil 793 llamados de emergencia.
Y las llamadas para denunciar alguna violación también dejaron a la entidad como segundo en el país con 84.
En tanto quedamos en quinto lugar por llamadas para denunciar acoso u hostigamiento sexual, con 85.
Ahí están los números y los números no mienten.
Somos una sociedad asquerosamente machista y violenta.