Expertos en medicina alertan que el personal médico que labora en estos momentos en el frente de batalla contra el Coronavirus, podrían sufrir de «grietas» emocionales en sus haber, esto al concluir esta pandemia, por lo que recomiendan estar alertas a su salud emocional, expresó Lorena Ruiz vocera de Voz Pro Salud Mental.
Y es que como especialista señala que: «El impacto psicológico en el personal de salud ante la emergencia sanitaria puede generar ansiedad, depresión y estrés postraumático, lo que podría resultar en suicidio».
Y es que de acuerdo con la OMS, en el mundo cada 40 segundos se suicida una persona, y al año cerca de 800 mil.
Por lo que durante la pandemia del COVID-19 los trabajadores de la salud se encuentran en una situación muy difícil, ya que, además de enfrentar jornadas de trabajo extenuantes atendiendo a los pacientes, viven con el temor de adquirir la enfermedad y contagiar a sus seres queridos; estos son factores estresantes que deben atenderse, debido a que el exceso de estrés puede orillar a acciones más radicales como quitarse la vida.
«De acuerdo con cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el mundo cada 40 segundos se suicida una persona, y al año cerca de 800 mil. En México, de 1970 a 2007, el suicidio se incrementó en un 275%, cobrando el mayor número de vidas en la población masculina».
Ante esto, Voz Pro Salud Mental hace un llamado a las autoridades y a la población a apoyar a este sector social que es fundamental para hacer frente a esta crisis sanitaria.
«Muchos de estos trabajadores cuentan con el apoyo por parte de la sociedad y sus vecinos; sin embargo, se han registrado casos de agresión y rechazo por parte de la población hacia ellos. Aunado a lo anterior, diversos testimonios del personal médico hablan de un sentimiento de impotencia ante la cantidad de pacientes y los decesos registrados».
Además de ello el estrés postraumático es un trastorno mental que parte de una reacción emocional fuerte y duradera, provocada por un suceso perturbador como la crisis por la pandemia del COVID-19.
«Se puede combinar con depresión, ataque de pánico, ansiedad grave y uso excesivo de algunas sustancias. De acuerdo con especialistas en la materia, los síntomas son miedo, confusión, enojo, pesadillas, dificultad para conciliar el sueño, recuerdos recurrentes del evento e imposibilidad para expresar emociones».
«Resaltamos que, en la actual emergencia sanitaria, debe ponerse atención al personal de salud ante cualquier síntoma que implique este impacto psicológico».
Por lo anterior, si usted detecta estos síntomas en algún ser querido, escúchelo sin juzgar, deje que se desahogue e invítelo a buscar ayuda en línea o háganlo juntos.
TODO SE ACUMULA
A decir de los expertos los brotes pueden ser estresantes, pus el brote de la enfermedad del coronavirus 2019 (COVID-19) puede resultarles estresante a algunas personas.
Y así surge el temor y la ansiedad con respecto a una enfermedad pueden ser agobiantes y generar emociones fuertes tanto en adultos como en niños. Lidiar con el estrés permitirá que usted, las personas importantes de su vida y su comunidad se vean fortalecidos.
«El estrés durante el brote de una enfermedad infecciosa puede incluir reacciones como temor y preocupación por su salud y la salud de sus seres queridos».
«Se dan cambios en los patrones de sueño o alimentación y dificultades para dormir o concentrarse, además de agravamiento de problemas de salud crónicos y agravamiento de problemas de salud mental».
Y el mayor consumo de alcohol, tabaco u otras drogas afecta.
Por lo que cada uno reacciona de manera distinta a las situaciones de estrés
La forma en que responde al brote puede depender de sus antecedentes, de los aspectos que lo diferencian de otras personas y de la comunidad en la que vive.
«Las personas que pueden tener una reacción más fuerte al estrés de una crisis incluyen adultos mayores y personas con enfermedades crónicas que corren mayor riesgo de enfermarse gravemente a causa del COVID-19 así como Niños y adolescentes»
Igualmente personas que están colaborando con la respuesta al COVID-19, como médicos, otros proveedores de atención médica y personal de respuesta a emergencias
«Personas con enfermedades mentales, incluidas las personas con trastornos por abuso de sustancias».
Es por ello que se debe de cuidar uno y cuidar a sus amigos y a su familia pueden ayudarle a lidiar con el estrés. Ayudar a otras personas a lidiar con el estrés también puede contribuir a fortalecer a su comunidad.
«Hay que tomarse descansos y deje de mirar, leer o escuchar las noticias. Esto incluye redes sociales. Escuchar hablar de la pandemia reiteradamente puede afectarlo».
«Cuide su cuerpo y hacer respiraciones profundas, ejercicios de estiramiento o meditación, tratar de comer alimentos saludables y comidas bien balanceadas.
Haga ejercicio regular, dormir bien».
LAS ALERTAS
Algo que deben de cuidarse e estos momentos son:
Llanto o irritabilidad excesiva
Volver a comportamientos que ya habían superado
Preocupación o tristeza excesiva
Hábitos de alimentación o sueño poco saludables
Irritabilidad extrema.
Bajo rendimiento en sus labores diarias
Problemas de atención y concentración
Abandono de actividades que antes disfrutaba
Dolores de cabeza o dolor corporal sin motivo
Consumo de alcohol, tabaco u otras sustancias
«Responder al COVID-19 puede tener consecuencias emocionales para usted, y puede sufrir estrés traumático secundario. El estrés traumático secundario son las reacciones y síntomas de estrés a raíz de la exposición a las experiencias traumáticas de otra persona, más que por estar directamente expuesto a un evento traumático».
«Hay medidas que pueda tomar para reducir las reacciones de estrés traumático secundario pues puede impactar a cualquier persona que ayuda a familias que sufrieron un evento traumático».
Conocer los síntomas, incluidos los físicos (cansancio, enfermedad) y los mentales (temor, aislamiento, culpa).
Tomarse un tiempo para que usted y su familia puedan recuperarse de la respuesta a una pandemia.
Crear un menú de actividades de cuidado personal que disfrute, como pasar tiempo con amigos y familiares, hacer ejercicio o leer un libro.
Descansar de la cobertura que hacen los medios con respecto al COVID-19.
Pedir ayuda si se siente agobiado o si le preocupa que el COVID-19 esté afectando la capacidad de cuidar a su familia y a sus pacientes que tenía antes del brote.