Dados los constantes de avistamientos de osos y otras especies en diversos puntos del área metropolitana, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, mantiene constante comunicación y coordinación con diferentes instituciones para atender posibles acontecimientos con animales de vida silvestre, donde el ejemplar y la población podrían resultar afectada.
Los ejemplares de vida silvestre, como lo define la legislación, son todos los organismos que se desarrollan libremente en su hábitat, incluyendo sus poblaciones menores e individuos bajo el control del hombre (cautiverio), así como los ferales, especies domésticas que al quedar fuera de control del humano se establecen en el hábitat natural.
En muchas ocasiones, los individuos o poblaciones de fauna silvestres, se desplazan a asentamientos humanos, en donde interactúan con personas y otros animales, pudiendo tener afectaciones por su presencia.
Cabe mencionar que, existen diferentes causas por las cuales pueden aparecer ejemplares de vida silvestre en medios urbanos, entre los que se encuentran la temporada de lluvias e inundaciones, incendios, sequías y escases de alimento en los hábitats naturales.
Un ejemplo de avistamientos sucede durante el verano en el norte del país cuando ejemplares de osos negros (Ursus americanus) deambulan por áreas medianamente pobladas.
En México, el oso negro (Ursus americanus) es la única especie de la familia Ursidae aún presente en el país. Además se encuentra ubicado en la categoría de «en peligro de extinción» NOM-059-SEMARNAT-2010.
Desde 1986, esta especie se encuentra protegida por las leyes mexicanas, debido a la disminución en su área de distribución, y a que sus tendencias poblacionales en todo su rango de distribución están a la baja como consecuencia de la fragmentación; debido también a la pérdida de su hábitat y a la cacería.
Por ende existe un protocolo de manejo de ejemplares de vida silvestre en contacto con la población civil, el cual tiene como objetivo dar respuesta inmediata, evaluar la situación y en caso de ser necesario realizar el manejo de los ejemplares siendo cada vez más frecuente su relación con la población civil; para ello se establecen canales de comunicación y coordinación con todas las dependencias involucradas.