No encuentro la fuente de donde sacó el presidente López la peregrina idea de que China está abandonando la medición del producto interno bruto –el PIB- como medición para su progreso económico; de todas maneras ya estoy acostumbrado a que López Obrador dispare desde el cinturón con datos sesgados o francamente falsos. De ahí su optimismo en que el desplome de los empleos en nuestro país –más de medio millón de cráneos en un mes, reconoció- se recompense en los ocho meses que nos quedan para llegar a la meta de dos millones de empleos prometidos por él en este año.
El engaño se ha asentado como metodología política en este país. El otro recurso es el subterfugio.
Nuevo León ha sido tradicionalmente un reducto de la derecha más reaccionaria de nuestro país.
Se puede comprender, y se puede explicar: el desarrollo de Monterrey, ligado al emprendedor colectivo de capitalistas ahí asentado, casó su amplia oferta de empleo a una política de beneficios sociales generosa y condicionante. Trabajar en la Cervecería y las empresas ligadas – FAMSA, Titan, Vidriera- era un privilegio sólo comparable a tener una planta hereditaria en Pemex. Pero no se te ocurriera asomarte a la idea de un sindicato de los llamados entonces rojos.
Más aún. Tuve en mis lejanos ayeres una novia que trabajaba en Cervecería, que fue citada por su jefe para pedirle que abandonara su romance conmigo porque yo era un joven de ideas de izquierda, si no quería perder su chamba. Yo ya no soy joven, y ella entonces dejó de ser mi novia, y espero que sea una feliz abuela.
Menciono todo esto para justificar la actitud rastrera del Congreso de Nuevo León ante la intentona de modificar inconstitucionalmente los ordenamientos del artículo tercero, que es el que rige la educación en nuestro país.
Ya han manoseado a nuestros menores suficientemente. Si uno le echa una ojeada a los libros gratuitos de la enseñanza elemental, se va a encontrar con unas mamadas tremebundas sobre el daño que el neoliberalismo le hizo al país en los últimos años. Pero en fin, a mis nietos no los van a engañar, de eso me encargo yo.
De eso se trata: de que los padres determinamos la educación que les debe dar a nuestros hijos, lo cual es correcto: la instrucción se imparte en escuelas, la educación en la casa.
Nada más que aquí se trata de que el derecho a la educación, que garantiza la Constitución, se garantice desde el momento de la concepción hasta la muerte. Nada más que ahí reside la trampa de poner en el papel el rechazo al derecho de las mujeres al aborto.
¿Y qué creyeron los diputaditos derechistas, que nos íbamos a chupar el dedo?
PREGUNTA PARA LA MAÑANERA, porque no puedo entrar sin tapabocas.: Señor Presidente, con todo respeto: ¿ Alguna fecha para reactivar la economía? Le invito un café para hablar de eso en Benidorm, España.
felixcortescama@gmail.com