Efectivos de la Guardia Nacional apoyarán a la policía de Los Angeles tras la escalada de las protestasen la que los manifestantes chocaron con los uniformados en varias ocasiones, prendieron fuego a patrullas y saquearon comercios.
El alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti, dijo que pidió al gobernador, Gavin Newsom, que enviara a entre 500 y 700 guardias para asistir a los 10 mil policías de la ciudad ante la escalada de violencia en Estados Unidos por la muerte del afroamericano George Floyd.
La víspera la policía de Los Ángeles informó la detención de más de 500 personas, mientras que en Nueva York van cerca de 200 manifestantes arrestados.
Las protestas en Los Ángeles tuvieron un tinte violento entre el viernes y sábado. Durante la jornada, dos oficiales resultaron heridos y, según informó la policía local, fueron 533 las personas detenidas, a quienes se les ha acusado de saqueo, agresión contra la policía e intento de asesinato.
Debido a la escalada de violencia, el alcalde de la ciudad, Eric Garcetti, decretó toque de queda para el centro de Los Ángeles desde las 20:00 horas del sábado y hasta las 5:30 horas del domingo. La finalidad es frenar los disturbios y limpiar la ciudad, añadió Garcetti.
Las declaraciones del alcalde ocurrieron mientras la policía se enfrentaba a manifestantes cerca del importante centro comercial llamado The Grove, donde un automóvil se incendiaba mientras los oficiales disparaban balas de goma y golpeaban a la multitud, reportó Los Angeles Times.
Durante la protesta en Los Ángeles, la cofundadora de Black Lives Matter, Patrisse Cullors, dijo a los asistentes: «Estamos viviendo en medio de un levantamiento. Seamos claros: estamos en un levantamiento por la vida de los negros».
Los manifestantes exigen el arresto de los otros tres policías involucrados en la muerte de George Floyd, después de que el viernes fuera arrestado el exoficial de Minneapolis Derek Chauvin, quien aprisionó el cuello de Floyd hasta causarle la muerte el pasado lunes.
La muerte de Floyd, de 46 años, ha conmocionado al país y producido violencia en numerosas ciudades. Jefes de policía y sindicatos policiales han descrito la escena como injustificable y abuso de fuerza. El agente fue acusado de asesinato.
