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Guárdame el resto, pa’comprarme un alipús

Por Félix Cortés Camarillo

Mira, Bartola

No me recuerdo de su nombre pero uno de los lamesuelas del presidente López al que le dieron una beca de legislador, pretendía hace un par de meses someter al Congreso una iniciativa para reducir el impuesto al valor agregado, el único ingreso del que el gobierno puede estar más o menos seguro porque todos consumimos algo todos los días, y el 16 por ciento va para el erario. El susodicho quería reducirlo al diez. Eso sería una medida tan populista que le iba a ganar simpatías al presidente.

Naturalmente que no le gustó a su jefe y la iniciativa salió por la puerta de toriles. Aunque en su afán de reconquistar las fronteras, Andrés Manuel redujo la carga fiscal a los de la franja norteña -y también la del sureste- para equipararla a la tasa del VAT que rige en los Estados Unidos, que ronda en promedio el 8.5%. Pensó entonces que los habitantes del norte de Tamaulipas, Coahuila, Chihuahua, Sonora y Baja California iban a preferir hacer su compra de este lado de la raya, incluyendo la gasolina, en lugar de hacerlo del gabacho.

Naturalmente se equivocó. Tan es así, que los mercaderes que están sembrados de Tijuana hasta Matamoros a lo largo de tres il kilómetros con muro o sin él, están con el Trump en la boca pidiéndole a su Presidente que les reabra la frontera plena a los clientes mexicanos; de su consumo depende su existencia.

El asunto es que el gobierno mexicano necesita dinero. El generoso dispendio limosnero del presidente López genera sin duda alguna amplias simpatías entre sus beneficiarios. Sin embargo, todo el que ha administrado alguna hacienda familiar sabe que, como todo, el dinero por servir se acaba. Y la administración de Andrés Manuel ya echó mano de su tarjeta de crédito, porque no quiere elevar impuestos por ser su principal promesa de campaña, y él sigue en campaña. Todo eso, en lugar de abrir el campo a la inversión privada, extranjera o local, para que la economía se recupere de esta fiebre, generando empleos, producción, consumo e impuestos.

Me dicen los que saben de estos haberes, que una de las medidas eficientes que el gobierno puede ejercer es retirar la exención del IVA a medicinas y alimentos. Sin que lo sintiera el contribuyente de manera brutal, la inyección de dinero a las arcas de Andrés Manuel sería notable. Alguien en su entorno más cercano le ha convencido de que los ricos no compran ni comida ni Mejorales y que la disposición iba a afectar a su clientela populista.

En esa situación, la cantaleta favorita ha sido la de combatir a la corrupción, con lo cual nadie puede estar en desacuerdo. Primero se fue a perseguir a los deudores del fisco de gran calado, que a regañadientes han reconocido sus adeudos y han empezado a abonar poco a poco. Ahora se lanza con bombo y platillo la campaña de persecución a los supuestos factureros que favorecían la evasión fiscal. La vocación de perseguir brujas de este gobierno no puede rendirle ganancias. Las brujas ya encontraron los recovecos de la ley en donde pueden refugiarse.

Y al baile vamos.

PREGUNTA PARA LA MAÑANERA PORQUE NO ME DEJAN ENTRAR SIN TAPABOCAS: Con todo respeto, Señor Presidente: Exactamente en una semana, el miércoles, se debe firmar el tratado de libre comercio entre Canadá, Estados Unidos y México; usted anticipó que viajaría a Washington para la ceremonia, y ahora parece que le anda sacando al parche. ¿Qué onda Master?

‎felixcortescama@gmail.com

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Vía / Autor:

// Félix Cortés Camarillo

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Autor: lostubos
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