Hasta el 23 de junio en México se han registrado 584 muertes de integrantes de personal médico y que trabaja en hospitales por Covid-19, informó el director de Epidemiología, José Luis Alomía.
En conferencia vespertina, Alomía especificó que de los 584 casos, el 71 por ciento, es decir 414, son hombres; el 29 por ciento, o 170, son mujeres. La mayoría de las personas fallecidas tenían entre 50 y 64 años.
La mayoría de las defunciones por el nuevo coronavirus del personal han sido en la Ciudad de México, le sigue el Estado de México, Puebla, Tabasco y Veracruz.
Hasta ayer se tenían acumulados 39 mil 32 profesionales de la salud, 13 mil 145 están sospechosos de tener y 80 mil han sido descartados.
De las personas enfermas, 41 por ciento pertenecen al área de enfermería, el 30 por ciento al médico, 26 por ciento a otros trabajadores de la salud, 2 por ciento de laboratorio y uno por ciento al dental.
De los 39 mil 32, 35 mil 814 se atendieron en un servicio ambulatorio, mil 520 fueron hospitalizadas pero están estables, mil 506 están hospitalizadas graves y 192 han tenido que ser intubados.
En todo el país hay 191 mil 410 casos positivos y 23 mil 377 personas fallecidas, 6 mil 288 y 793 más registros que un día anterior, respectivamente, informó la Secretaría de Salud.
Gatell asegura que no subirá significativamente casos de Covid-19 por sismo
Luego del sismo de 7.5 de magnitud con epicentro en Crucecitas, Oaxaca, y que se sintió en otras entidades, el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, aseguró que el que las personas hayan salido a la calle, no provocará un aumento significativo de casos.
“Los encuentros que pudiera haber no consideramos que sean tan numerosos que cambien significativamente el curso de la epidemia. Quizá en algunas localidades veamos un incremento de casos, pero no pensamos que pudiera ser la situación apremiante”. Hugo López-Gatell. Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud
Las autoridades indicaron que en caso de otro sismo, se debe salir con cubrebocas, intentar tomar distancia y lavarse las manos al regresar a casa.