Por Jorge Narváez
Todos tienen la razón, pero también están equivocados. Javier Aquino fue señalado por la fuerza de la afición de Cruz Azul como un malagradecido por los comentarios que emitió al final de la semifinal de la Copa por México y vaya que las criticas estuvieron fuertes, porque estuvieron presentes, más allá de la humillante eliminación de Tigres. Y digo humillante por “cruzazulearla” frente a Cruz Azul…, no hay otro adjetivo para el resultado de ese partido.
Aquino, de Oaxaca, les recordó a jugadores, cuerpo técnico, directivos y sobre todo a la afición que lleva 30 años sin ganar un título de Liga MX. Sólo que al jugador le fallaron las matemáticas, porque el último campeonato de La Máquina fue en 1997 y contando a la fecha son 23 años sin poder levantar un trofeo de Liga Mx. Son siete años que la afición cementera le reclama al central.
El oaxaqueño, con todo y su mal cálculo, dijo la verdad: Cruz Azul lleva muchos años sin ganar un título. Pero el comentario fue emanado en medio de un pleito entre Robert Dante Siboldi, Nahuel Guzmán y Guido Pizarro. Nada tenía que hacer Aquino en un pleito donde no tenía ni vela en el entierro. Pero se entiende su intervención porque… pues son un equipo y deben de apoyarse en las buenas y en las malas, según ellos.
A Javier se le olvidó que formó parte de esos “30 años” de sequía. En su paso por Cruz Azul no pudo cumplir con el sueño esperado de alzar un trofeo. Al final de cuentas escupió 30 veces para arriba y todas le cayeron en la cara. Y por restar mal, se salpicó más.
Pronto la afición le recriminó sus palabras, llamándolo hasta de malagradecido. Y tienen razón. Aquino pudo demostrar su talento cuando Cruz Azul confió en él. Ojo, con esto no quiero decir que deba de “alabar” al club, pero sí puede mantener un respeto a los colores. Al demostrar sus habilidades con el jersey azul puesto, le bastó para irse a jugar al fútbol de Europa. Ahí destacó, pero no lo suficiente y regresó a México para jugar con los felinos. Bien dicen: “no muerdas la mano que te dio de comer”.
Sin embargo, la afición celeste también olvida que Aquino ya forma parte de otro club, tiene otros compañeros y debe de quedar bien con la directiva que le está pagando. Evidentemente no por eso debe de andar haciéndose de enemigo con todos los equipos.
En fin, ambos equipos sacaron su frustración discutiendo. Uno con la eliminación en la mano, mientras que el otro con el pase a la final, donde tiene que ser superior en el marcador, si no, pues tendrá el mismo panorama que Tigres. Y más ridículos quedaron ambos al reclamarse en un torneo de pretemporada, donde nada tiene validez ante la federación.
El torneo aún no comienza y ya andan de pleito. ¡Qué nos espera para la jornada 12 en adelante donde los puestos para clasificar ya se andan perfilando para esas fechas! Afortunadamente no habrá público, si no el problema se hubiera agravado en la tribuna. No falta aquel aficionado que por ver a su ídolo jugador haciéndose de pleito en la cancha, se agarre a golpes con otros, pero desde las gradas.
Más vale mejor aguantar y hablar en la cancha en un torneo que sí tenga validez. Que goleen, que ganen partidos, que destaquen en el terreno de juego y sobre todo que ganen campeonatos.
Fotografía: Ulises Naranjo / Mexsport/ SDP
