Por Francisco Tijerina Elguezabal
“Lo importante no es escuchar lo que se dice, sino averiguar lo que se piensaJuan Donoso Cortés
Exactamente igual a los
de siempre.
Alfonso Ramírez Cuéllar, el dirigente nacional del Morena, está cortado con la
misma tijera de los políticos de siempre, de esos a los que les importa un
bledo lo que piense la militancia y les importa un carajo más lo que quieran
los votantes.
“¡Aquí nomás mis chicharrones truenan!”
Así lo dejó ver el fin de semana que estuvo en Monterrey cuando de la nada se
soltó diciendo que la candidatura de su partido para las elecciones de
gobernador del próximo año en Nuevo León será con una mujer al frente. ¿Es que
ya lo consultó? ¿Ya sabe quiénes son el resto de los candidatos contra los que
contenderá? ¿Ya escuchó a la militancia? ¿Es que acaso hizo consultas,
encuestas, sondeos, muestras o de perdido se subió a un camión a preguntarle a
los nuevoleoneses qué es lo que quieren?
Antes de andar anunciando el sexo del candidato, Ramírez Cuéllar debería
perfilar los atributos que deberá tener su representante. No tengo nada en
contra de Tatiana o Clara Luz, que pueden representarlos dignamente, pero sacar
su cabeza en este momento parece una soberana tontería.
El líder morenista quiere hacer pasar su percepción y sus deseos como lo que
los nuevoleoneses piden o quieren y eso no es verdad, a menos que el hombre sea
brujo, adivino, pitoniso, prestidigitador o cartomanciano y no lo sepamos
todos.
Y a todo esto, ¿qué opinará la militancia de Morena en el estado de este
madruguete de su líder nacional?
En estos tiempos de igualdad y equidad, lo mejor que pueden hacer los partidos
es presentar sus mejores opciones, sean hombres o mujeres, candidatos con
capacidad para impulsar al Estado, con honradez, trayectoria, conocimientos,
templanza, carácter y que sepan enfrentar dificultades sin hacer gestos. ¿Son
Clara o Tatiana las únicas en Morena de Nuevo León que reúnen esos requisitos?
No puedes subir al ring con una pelea ya hecha en la mente, ¿cómo es que un
estratega de guerra es capaz de anunciar a sus oponentes y desde ahora cuál
será su arma para el combate?
El tiempo, las condiciones y circunstancias, marcarán el rumbo y sobre todo, el
escuchar a los clientes, saber qué quieren, qué prefieren, qué les gusta o les
disgusta y en base en ello plantear la estrategia.
Confundir las preferencias personales y las percepciones, agregándoles una
buena dosis de amiguismo y compadrazgo, es lo que ha hecho polvo la confianza
ciudadana en los partidos y Alfonso Ramírez Cuéllar ha dejado en claro que está
hecho de los mismos lodos que los de antaño.
ftijerin@rtvnews.com